Estados Unidos, 25 de Julio de 2011 – El pasado 20 de julio el secretario de comercio de Estados Unidos, Gary Locke, anunció que durante los próximos 60 días el presidente de su país, Barak Obama, deberá decidir si aplica sanciones a Islandia por matar ballenas en desafío a la moratoria global sobre la caza comercial de estos mamíferos marinos.
El anuncio se produjo tras el cierre de la 63ra reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se realizó entre el 11 y 14 de julio en la isla británica de Jersey, la cual finalizó con la Comisión secuestrada tras el sabotaje de Japón y las naciones balleneras para impedir la votación para la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur. EEUU no ha estado exento de críticas tras esta polémica movida ballenera ya que durante los últimos años su política al interior de la CBI se ha caracterizado por favorecer los intereses de Japón y promover el consenso como única herramienta de decisión de la Comisión.
En este contexto la reacción de las organizaciones civiles de ese país ante el anuncio de Locke sobre Islandia no se hizo esperar. Taryn Koekow, del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales afirmó que “está claro que Islandia no dejará de cazar ballenas hasta que el mundo se lo exija mediante presión económica, por lo que EEUU debe aplicar sanciones severas”.
Kate O’Connel de la Sociedad para la Protección de los Delfines y las Ballenas afirmó que “el presidente Obama tiene una oportunidad única de demostrar el liderazgo de nuestro país en temas balleneros y la ciudadanía espera que así lo haga”.
Desde su cuestionada reincorporación a la CBI con una reserva a la moratoria en 2002, Islandia ha implementado tanto la matanza científica como comercial de ballenas, incluyendo centenares de ballenas de aleta al año. Esta es la segunda especie de mayor tamaño tras la gigantesca ballena azul y se encuentra clasificada En Peligro por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza. Adicionalmente exporta la carne obtenida a Japón, Noruega, Islas Faroe, entre otros, a pesar que el comercio internacional de estos mamíferos marinos se encuentra prohibido por acuerdos internacionales.
Las medidas económicas, incluyendo sanciones comerciales, podrían se aplicadas gracias a la Enmienda Pelly, que permite entre otros, el cierre de las importaciones de productos islandeses a EEUU. Esta no es la primera vez que EEUU amenaza a las naciones balleneras. En 2004 el gobierno del ex presidente George Bush certificó tanto a Islandia como a Japón por la caza de ballenas, pero nunca llegó a concretarse ninguna sanción significativa.
Ahora sólo queda esperar que la debilitada imagen del gobierno de EEUU en relación a la efectiva conservación de las ballenas pueda ser reforzada antes de los próximos dos meses mediante la adopción de medidas económicas concretas contra la matanza de ballenas que realiza la nación nórdica.
Porque TU OPINION IMPORTA, participa en nuestra encuesta: El presidente Obama tiene hasta el 20/09/11 xa imponer sanciones comerciales a Islandia x matanza d ballenas.¿Lo hará?