Menu Close

Critican a científico de INACH por posición favorable a la caza de ballenas

Santiago de Chile, 30 de mayo de 2002 – Extrañeza ha causado en las organizaciones de medio ambiente chilenas las declaraciones del científico Anelio Aguayo del Instituto Antártico Chileno (Inach), organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien se mostró favorable a la posición japonesa de continuar cazando ballenas con fines científicos, situación fuertemente cuestionada por las organizaciones de conservación y científicos internacionales, pues tras este tipo de caza estaría oculto un lucrativo negocio para los industriales japoneses.

Aguayo señaló a El Mercurio el pasado lunes que “aún cuando resulta positivo que no se aumente la cuota de caza de ballenas, es asimismo favorable la mantención de capturas con fines científicos, por cuanto permite actualizar y ampliar conocimientos”.

“Estas capturas permiten obtener datos biológicos sobre reproducción, alimentación y efectos de los cambios climáticos en la especie” afirmó el especialista.

Luego agregó que “el Inach busca socios en esa empresa (japonesa)” debido a que hace tres años los programas de investigación del instituto están detenidos por falta de financiamiento.

Sin embargo en una declaración de las organizaciones ambientalistas chilenas aseguran que los mismos resultados podrían obtenerse usando “metodologías no letales, como la obtención de biopsias de piel y grasa. Sin embargo, la industria japonesa ha invertido grandes sumas de dinero en el desarrollo de programas de investigación que incluyen metodologías letales”.

A través de una carta el Centro de Conservación Cetácea, el Centro Ecoceanos, Greenpeace Chile y Codeff, afirman que “los altos costos involucrados en las investigaciones no letales, donde la inversión podría no ser recuperada a través de la venta de productos, es una de las principales razones de la industria japonesa para continuar cazando ballenas. Todos los demás resultados obtenidos por los programas japoneses no han sido utilizados para mejorar las estrategias de administración actual o futura de las poblaciones de ballenas, no cumpliendo con los criterios establecidos por la CBI para la emisión de permisos de caza científica”.

BALLENA MINKE AUSTRAL

Según Anelio Aguayo “Japón ha mantenido la captura de la ballena con fines científicos y caza anualmente 400 ejemplares de ballena minke, la especie más numerosa, que en la zona antártica bordea los 500 mil ejemplares. Japón dice que en realidad hay 800 mil”.

Sin embargo, las organizaciones ambientalistas afirman que esta cifra no supera los 350 mil ejemplares, con lo cual las estimaciones del científico de Inach y sobre todo las de Japón están muy por encima de la realidad.

El comité científico de la CBI aseguró en la última reunión realizada en Japón que la actual estimación de la población de Ballena Minke sólo correspondería a un 46% de la cifra de 760.000 ejemplares entregada en 1989, “la cual ha sido utilizada con frecuencia por partidarios de la reanudación de la caza comercial para justificar la continuación de las operaciones de captura y faenamiento de esta especie en aguas antárticas” aseguran las organizaciones.

Desde la implementación de la moratoria a la caza comercial, la industria japonesa ha cazado más de cinco mil ballenas bajo el alero de la denominada “caza científica” y la cifra continua en aumento.

“Considerando el alto grado de incertidumbre científica reconocido actualmente sobre las poblaciones de ballenas cazadas por Japón en la Antártica y Pacífico Norte, especialmente sobre la ballena minke austral, es preocupante que el Dr. Aguayo, profesional del Instituto Antártico Chileno (INACH), organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores comparta los mismos puntos de vista que la industria japonesa”, afirmaron las organizaciones ciudadanas .

Luego agregaron que esta posición del profesional “no expresa la posición del gobierno de Chile en la CBI y que estos argumentos son rechazados por la mayoría de los miembros de la Comisión y por la comunidad científica internacional”.

 

Fuente: CENTRO ECOCEANOS