El Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional, la instancia de investigación de cetáceos más importante a nivel global expresó su “preocupación por la posible disminución de hasta 36% en la población de ballena azul en sus zonas de alimentación en el sur de Chile (Isla de Chiloé) en los últimos 14 años.”
Sábado 8 de Junio de 2024 (CCC/Ecoceanos News) – Entre fines de abril e inicios de mayo, centenares de científicos en investigación de cetáceos se congregaron en Bled, Eslovenia para la 69b reunión del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Entre los múltiples temas abordados, la situación de población de ballena azul chilena despertó alerta entre los investigadores. De acuerdo con el reporte de la reunión “estimaciones preliminares sugieren que la población de la zona sur (de Chile) experimentó un descenso significativo de alrededor 3 por ciento anual durante 2004 y 2017”, lo que equivale a 36% en los últimos 14 años.
La ballena azul (Balaenoptera musculus) es el animal más grande que jamás haya existido en el planeta, pudiendo alcanzar longitudes que superan los 30 metros de largo. Siglos de ballenería comercial redujeron sus poblaciones en más de 95%. A pesar de encontrarse protegida desde 1966, su estado de conservación continúa En Peligro. La población de ballena azul en aguas chilenas presenta características únicas, por lo que es conocida como ballena azul chilena y se estima que se compone de unos 600 individuos.
Respecto a los resultados presentados en el Comité Científico de la CBI, Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, afirmó que “esta es una noticia preocupante que podría haberse evitado si las autoridades nacionales cumplieran con los compromisos adquiridos en materia de conservación de ballenas.” La ambientalista recordó que las aguas jurisdiccionales chilenas cuentan con elementos para fortalecer la protección de los cetáceos a lo largo del país mediante la ley 20.293, conocida como santuario de ballenas. Cabrera agregó que “al parecer las autoridades chilenas consideran que la existencia de estos elementos en el papel sería suficiente para asegurar la conservación de estos mamíferos marinos. Sin embargo, el reporte del Comité Científico de la CBI evidencia todo lo contrario. Por ello reiteramos nuestro llamado al gobierno de Gabriel Boric a implementar urgentemente medidas efectivas para detener la desaparición de las ballenas azules en Chile”.
Conservación de ballenas en aguas chilenas: Oídos sordos y palabras vacías
En noviembre 2023, el Centro de Conservación Cetacea y el Centro Ecoceanos entregaron una carta dirigida al presidente Boric, en referencia a la muerte por enmalle y colisión de una cría de ballena franca austral (Eubalaena australis) en junio de ese mismo año en Melinka (Aysén), sur de Chile.
La carta, que fue entregada en el palacio de gobierno y contó con el respaldo de más de 85 organizaciones civiles de 22 países, incluyó un urgente llamado al gobierno a implementar medidas para evitar la mortalidad de ballenas por interacciones directas con operaciones de salmonicultura industrial y actividades pesqueras industriales y artesanales en el sur del país. Además, las organizaciones propusieron acciones específicas e inmediatas para proteger poblaciones de ballenas en peligro. Entre ellas se destacan, la reducción de la velocidad de navegación en zonas y temporadas de avistamiento, la regulación de las prácticas pesqueras y de acuicultura para evitar los enmallamientos, y la eliminación de las operaciones directas y asociadas a los centros de cultivo industriales intensivos al interior de las áreas costeras de parques nacionales, áreas marinas protegidas y reservas marinas.
“Mientras seguimos esperando una respuesta adecuada del presidente Boric, la comunidad científica internacional continua evidenciando la falta de voluntad política y el accionar pro-empresarial del actual y los anteriores gobiernos. Como resultado, las poblaciones de ballena azul chilena y de ballena franca austral Chile-Perú avanzan hacia su progresiva desaparición”, afirmó Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos.
Cárdenas recordó que la única respuesta recibida a la carta enviada en representación de millones de personas alrededor del mundo fue una “nota de carácter administrativo, que no brindó ningún espacio de diálogo con las organizaciones de la sociedad civil nacional e internacional, científicos independientes y las comunidades costeras locales y regionales representadas en el mensaje a la presidencia.”
La doble cara del ecologismo-extractivista gubernamental
Mientras especies tan emblemáticas como la ballena azul chilena avanzan hacia la extinción debido a la ausencia de medidas efectivas para su protección en aguas chilenas, las autoridades del gobierno de Gabriel Boric, incluyendo su ministra de medio ambiente, Maisa Rojas, mantuvieron a comienzo de este año diez reuniones secretas, en violación a su propia ley de transparencia, con un selecto grupo de dueños y representantes de grupos empresariales y transnacionales pesqueras y de la acuicultura exportadora. Entre ellos destacaron empresarios de la mega industria de la salmonicultura intensiva que opera destructivamente desde hace tres décadas en la Patagonia chilena, las mismas regiones donde la población de ballena azul chilena ha disminuido un 36% en los últimos 14 años y donde se han registrado dos eventos fatales de ballenas franca austral por interacción humana en los últimos siete años.
Cabrera señaló que esta reprochable e irreponsable conducta de quienes dirigen el país, “podría llevarnos a presenciar el primer caso de extinción de una población de ballenas en aguas del Océano Pacífico Sudeste en el siglo XXI”.
Para Cárdenas “estos acuerdos y compromisos que realizan habitualmente los ministros y el empresariado pesquero y salmonero, los cuales actúan en la práctica como co-legisladores de facto, sin el conocimiento ni la participación de la ciudadanía y la comunidad científica, afectan gravemente la estabilidad del medio ambiente y la vulnerable biodiversidad marina, especialmente a las poblaciones de cetáceos en riesgo de extinción. Esto es completamente contrario a la supuesta implementación de una “política turquesa” internacional y el autodenominado calificativo de “primer gobierno ecológico” en la historia de Chile.