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Juan Carlos Cardenas de Ecoceanos y Elsa Cabrera de CCC en La Moneda

Masivo llamado de la sociedad civil global a Boric para fortalecer el Santuario de Ballenas de Chile

A quince años de la promulgación del santuario de ballenas de Chile, más de setenta organizaciones nacionales, regionales e internacionales se unieron para demandar al presidente Gabriel Boric a fortalecer la implementación de medidas que resguarden la protección de los cetáceos, y evitar la extinción de la pequeña población de ballena franca austral del Pacífico suroriental.

En una carta entregada en el Palacio de La Moneda por representantes del Centro de Conservación Cetácea y el Centro Ecoceanos, en nombre de organizaciones ciudadanas nacionales e internacionales, y de comunidades costeras, realizaron un urgente llamado de atención sobre las muertes de ejemplares de ballenas franca austral registradas en los últimos años en aguas chilenas, incluida una cría de pocos meses de edad, debido a las operaciones de pesca y de salmonicultura intensiva.

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La población de esta especie en el Pacífico suroriental se encuentra clasificada En Peligro Crítico, pues se estima que sólo quedarían menos de 50 individuos maduros, por lo que cada muerte atribuida a causas humanas podría significar su extinción.

En la misiva, las organizaciones destacan que “entre los principales factores que actualmente afectan áreas críticas de alimentación, reproducción, crianza, y rutas migratorias, se encuentran el enmalle con artes de pesca y las redes anti-predadores de las balsas-jaula de los centros salmoneros, así como las colisiones con embarcaciones, la degradación del hábitat por contaminación química, orgánica y plástica, y los efectos de la crisis climática. Todo ello configura un preocupante escenario para especies clasificadas en en Peligro Crítico, como la ballena franca austral de Chile-Perú”.

También afirman que “estudios genéticos han revelado que esta población sería única y diferente a las poblaciones del Atlántico Suroeste (Argentina/Brasil/Uruguay) o del Indo-Pacífico (Australia/Nueva Zelanda). La población de Chile-Perú estaría aislada de las demás, haciendo su recuperación aún más vulnerable pues no existiría posibilidad de repoblamiento proveniente de individuos de otras áreas”.

Por ello, las organizaciones ciudadanas le señalan al presidente Boric que la conservación de esta especie en aguas chilenas “requiere atención inmediata y esfuerzos precautorios e integrales para garantizar su supervivencia a largo plazo”. Le recuerdan que la ley que estableció el santuario de ballenas de Chile cuenta con un marco regulatorio para proteger espacios claves para el desarrollo de sus ciclos de vida” como la implementación de medidas adicionales de protección en los lugares de cría, apareamiento, cuidado parental, alimentación y rutas migratorias.”

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Las más de setenta organizaciones civiles de más de 20 países solicitan en la carta al presidente Gabriel Boric fortalecer y hacer cumplir lo establecido en el santuario de ballenas, como regular el tráfico marítimo y reducir la velocidad de navegación en zonas de avistamiento; regular las prácticas pesqueras y de acuicultura industrial intensivas, para evitar enmallamientos directos y eliminar la creciente contaminación química; y prohibir las operaciones de los centros de cultivos marinos intensivos y de las actividades de apoyo marítimo y logístico de la salmonicultura al interior de áreas costeras de parques nacionales, áreas marinas protegidas y reservas marinas.

Las organizaciones indican que el marco regulatorio generado gracias a la creación del santuario de ballenas de Chile cuenta con medidas de protección especiales para la observación de ballenas franca austral, como limitar estrictamente su avistaje a plataformas costeras “de manera de asegurar máxima protección a la especie sobre cualquier actividad antrópica y/o acción de acoso por parte de observadores humanos”.

Por este motivo, las organizaciones además solicitan al presidente Boric a reforzar la aplicación de la normativa vigente para el avistamiento de cetáceos, penalizando la observación embarcada y/o el acoso a ejemplares de ballenas franca austral y establecer áreas protegidas móviles y temporales alrededor de los animales, con el fin de detener las actividades humanas por el tiempo que las ballenas se encuentren en la zona donde son avistadas, especialmente madres con crías.

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Para Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetacea y coordinadora de la campaña Chile 2008, Santuario de Ballenas “este es un contundente llamado de parte de las millones de personas representadas por más de setenta organizaciones civiles todas las regiones del planeta sobre la urgente necesidad de dar cumplimiento efectivo a las medidas de protección establecidas en la ley de protección a los cetáceos de Chile. Esperamos una respuesta igualmente sólida de parte del presidente Boric a favor de nuestras peticiones, pues de ello depende la supervivencia de la ballena franca austral en el Pacífico suroriental y la efectiva conservación de todas las demás especies de cetáceos presentes en aguas chilenas.”

Por su parte, Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo del Centro Ecoceanos y también coordinador de la campaña para la creación del santuario de ballenas de Chile afirmó que “el gobierno del presidente Boric tiene la responsabilidad frente a la comunidad internacional de implementar las recomendaciones del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional de controlar las interacciones letales entre ejemplares de ballenas francas australes y las operaciones de expansión de la industria exportadora de salmón, si queremos evitar que esta especie en peligro crítico sea la primera en extinguirse en el Pacífico Suroriental durante la primera mitad del siglo 21”.

Centro de Conservación Cetácea y Centro Ecoceanos