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Japón continúa presionando para reanudar la caza comercial de ballenas

SHIMONOSEKI, Japón 25 de Abril de 2002- El mercado de Karato, a pocos minutos donde se realizará la 54ta reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) el próximo mes de mayo, abre sus puertas cada mañana para vender, entre otros productos, carne y grasa de ballena.
Japón, nación altamente criticada por el desarrollo de programas de ‘caza científica’, presionará junto con Noruega para levantar la moratoria impuesta a la caza comercial en 1986, durante la reunión anual que se llevará cabo en uno de los mas antiguos puertos balleneros de ese país.
Si bien no es probable que la moratoria llegue a su fin este año, oficiales japoneses esperan ganar mas apoyo sobre el uso sustentable de algunas especies de ballenas, como la ballena minke, la cual es considerada numerosa por Japón.

El director de la Agencia de Pesca de Alta Mar, Joji Morishita, declaró a Reuters que, “antes de reanudar la caza comercial, debemos solucionar varios obstáculos”. Una de las mayores dificultades es obtener tres cuartos de mayoría en la votación, donde 43 países miembros decidirán el fin o continuación de la moratoria. Morishita aseguró que la diferencia entre las dos posiciones se está estrechando rápidamente. “Por muchos años, los países en contra de la caza de ballenas obtuvieron simple mayoría de votos, pero esto está cambiando. Las dos posiciones se encuentran en un balance de poder y la votación es muy estrecha ahora”, agregó Morishita. Finalmente concluyó, “durante la reunión de Shimonoseki, nos gustaría obtener una simple mayoría. Si esto sucede, el mensaje de la CBI cambiaría sustancialmente”.

Japón detuvo la caza comercial de ballenas en 1986, de acuerdo a la moratoria impuesta por la CBI, pero inició la caza con fines científicos al año siguiente. Recientemente la nación nipona ha anunciado que expandirá los programas de investigación científica, agregando ballena sei a la lista de especies cazadas. Este anuncio ha sido abiertamente rechazado por la comunidad internacional debido a que esta es una especie en peligro.

Las autoridades locales del puerto de Shimonoseki, ubicado a 825 km. de Tokio, se han visto reforzadas con patrullas marina y helicópteros que vigilarán el desarrollo de la reunión. A pesar de lo controversial del tema, los grupos ambientalistas han declarado que todas las manifestaciones serán de carácter pacífico.

Algunos pobladores de Shimonoseki esperan que la ballenería comercial regrese, recordando los días de gloria cuando la bahía se llenaba de embarcaciones balleneras.

Un tema clave, tanto para balleneros como para conservacionistas, es el debate acerca del número actual de ballenas. El caso de la ballena minke es especialmente ilustrativo, ya que Japón declara que existen suficientes especimenes como para desarrollar una caza comercial sustentable, apoyándose en la cifra de 760 mil ballenas minke, acordada por la CBI en 1990. Pero actualmente el Comité Científico de la CBI admite que no puede entregar una cifra certera del número poblacional de esta especie, pero nuevas estimaciones han entregado numeros menores a los dados anteriormente.

Es esta incertidumbre científica la que preocupa a gobiernos y grupos conservacionistas, ya que el principio precautorio debería aplicarse en estos casos.

Las reuniones plenarias de la 54ta reunión de la CBI, se realizarán entre el 20 y 24 de Mayo de 2002.

Fuente: REUTERS

Nota del Editor:

El Principio 15 de la Declaración de Río Sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo firmado en 1992, establece que: “Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente”.

La estimación actual de la población de ballena minke austral contiene un alto grado de incertidumbre científica debido a errores de medición, variaciones naturales y falta de definición en los parámetros utilizados para cada medición. Este grado de incertidumbre científica se vio reflejado durante la 52da reunión de la CBI, cuando el Comité Científico afirmó que “no existe una estimación confiable sobre el número de ballenas minke del hemisferio sur, pero los cálculos sugieren que podría ser menor a la señalada en años anteriores”.