03 de mayo de 2011 – Según un estudio publicado por PLoS One, una hembra delfín nariz de botella del Indo Pacífico (Tursiops aduncus) fue observada entre 2003 y 2007 en el Golfo Spencer (Australia) realizando complejas maniobras de preparación de jibias antes de alimentarse. Para el co-autor de la investigación, el científico Tom Tregenza la conducta del delfín no sería una rareza.
“Adicionalmente a nuestras investigaciones, buzos de la zona han observado delfines nariz de botella alimentándose de la misma manera en el área de reproducción de estos cefalópodos”, afirmaron los autores del estudio. “La conducta de alimentación descrita en la investigación se limita a un solo tipo de presa y representa una flexibilidad sorprendente en el comportamiento de especies no primates” agregaron.
Las observaciones revelaron la técnica de captura y “preparación” de las jibias. Primero, el delfín localiza la jibia entre bosques de algas y lo empuja hacia un banco de arena de agua clara. Luego el delfín se coloca verticalmente con la cabeza hacia abajo y cubre a la jibia con su hocico. Con un golpe seco y rápido hacia el suelo marino, el delfín mata al cefalópodo. Posteriormente el delfín levanta el cuerpo de la jibia y lo golpea con su hocico con el fin de drenar la tinta negra y tóxica que ésta y otras especies de calamares eyectan para defenderse de predadores. Finalizado este paso, el delfín coloca de nuevo a la jibia en el suelo marino con el fin de rasparla contra la arena y eliminar la concha o hueso que se encuentra en su interior. De esta forma, la jibia queda lista para ser consumida por el mamíferos marino.
Para el curador de moluscos del Museo de Victoria (Australia) “el estudio demuestra el alto grado de evolución del cerebro de los delfines. Es una manera muy inteligente de comer jibia pura sin todas las partes desagradables que tienen”.
Un estudio independiente realizado en 2005 entregó las primeras evidencias de las capacidades de lo delfines en el manejo de herramientas y aprendizaje grupal, cuando se observó a una madre enseñando a su cría cómo partir esponjas marinas con el fin de utilizarlas como escudos protectores mientras barren el fondo marino en busca de alimento.
Los resultados de estas investigaciones aumentan los crecientes cuestionamientos sobre la matanza de miles de delfines al año que algunas naciones como Japón y Dinamarca continúan realizando en ausencia de un marco legal internacional que portega a los delfines de la caza comercial. Con el fin de proteger a los cetáceos de manera efectiva en el siglo 21, la campaña Cero Caza de Ballenas está reuniendo firmas en línea, las cuales serán presentadas en próximo mes de julio en el Reino Unido durante la reunión de la Comisión Ballenera Internacional.
Fuente: The Telegrapgh, CCC