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Resumen día 9, audiencia final de Australia en Corte Internacional de Justicia por caza “científica” de ballenas

La Haya, Holanda. 11 de Julio de 2013 – El último día de audiencias orales de Australia ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya por la demanda que mantiene contra la denominada caza “científica” de ballenas de Japón en la Antártica estuvo cargado de sólidas evidencias sobre la ilegalidad de estas matanzas.

La delegación australiana afirmó que su caso es respaldado por expertos cuyos testimonios fueron escuchados por la Corte durante la primera ronda de alegatos orales mientras que el único testigo de Japón en el caso, el científico noruego Lars Walloe, reconoció la falta de justificaciones científicas para establecer las cuotas anuales de caza (850 ballenas minke, 50 ballenas de aleta y 50 ballenas jorobada). El testigo clave de Japón también afirmó ante la Corte la semana pasada que “nunca me gustó la propuesta (de Japón) de cazar ballenas de aleta particularmente, así como ballenas jorobada”.

Enfatizó que a pesar que Japón afirma que es necesario matar ballenas para estudiarlas, en especial para investigaciones sobre contenido estomacal y espesor de la capa de grasa que cubre los músculos de estos cetáceos, el Comité Científico de la CBI afirmó en 2007 y 2013 que los resultados de estas investigaciones no son confiables ni necesarios para la conservación y manejo de las poblaciones de ballenas.

En relación al objetivo del programa de caza “científica”, conocido como JARPA II, de construir un modelo sobre la competición entre múltiples especies de ballenas en el Océano Austral, Australia aseveró que el plan para generar este modelo es ilusorio considerando que Japón sólo ha cazado 18 ballenas de aleta y ninguna ballena jorobada. La emisión anual de cuotas de caza para ambas especies evidenciaría la falta de bases científicas del programa de investigación japonés y demuestra que los permisos especiales de caza “científica” son sólo un trámite burocrático para mantener activa la industria ballenera. Al respecto los especialistas legales afirmaron que esta única razón sería suficiente para que la Corte falle a favor de Australia.

Luego recordaron que el propio testigo clave de Japón expresó en relación a la elevada cuota anual de 850 ballenas minke antártica (± 10 por ciento) que “realmente no se como ellos (Japón) calculan el tamaño de la muestra”.

Las argumentaciones brindadas por Japón sobre su programa de caza “científica” de ballenas carecen de fundamentos, referencias y apoyo de sus propios testigos“Si Japón afirma que es ciencia, entonces es ciencia”, es la posición evidenciada por la delegación asiática ante la Corte, afirmó Australia.

Luego declaró que después de 26 años de investigación letal sobre ballenas minke en la Antártica todavía se desconoce si la población está aumentando, disminuyendo o manteniéndose estable, mientras que el conocimiento sobre ballenas jorobada ha aumentado significativamente sin necesidad de matar una sola ballena.

Australia llamó a la Corte a considerar las consecuencias de validar la posición de Japón, que permitiría a los países miembro de la CBI matar ballenas sin ningún tipo de regulación ni control argumentando supuestos fines científicos. Esta es la primera vez que la Corte Internacional de Justicia aborda una disputa relacionada a una convención sobre conservación de la biodiversidad por lo que el veredicto de la Corte tendrá profundas implicancias en el derecho ambiental internacional y el desarrollo de programas de investigación científica.

Australia cerró su ronda de argumentos orales llamando a la Corte a detener la matanza de ballenas en el Santuario de Ballenas del Océano Austral pues violan la moratoria sobre la caza comercial de ballenas y no cumplen con los establecido en la Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería (CIRB).

Finalmente llamó a Japón a colaborar con los esfuerzos colectivos realizados bajo el alero de la CBI para continuar avanzando hacia el conocimiento científico sobre las ballenas y el ecosistema Antártico mediante metodologías no letales.

Las audiencias orales finalizarán el próximo 16 de Julio.

Fuente: Centro de Conservación Cetacea