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Experto mundial identifica genéticamente origen de masa de Pinuno

Santiago de Chile. 21 de Julio de 2002 (CCC News) – La primera vez que el Dr. Pierce se comunicó con Centro de Conservación Cetacea (CCC) para brindar su colaboración en la identificación del especimen mediante análisis genéticos de muestras de tejido tomadas por CCC, fue claro en informar que lo más probable era que los restos de la masa orgánica correspondiesen a una ballena descompuesta en el océano, y así lo informó CCC inmediatamente al público y los medios de prensa.

Diez días después de recibir las muestras enviadas por CCC, el Dr. Pierce nos informó que de acuerdo a los análisis genéticos, el tejido corresponde a los restos de un cachalote (Physeter macrocephalus) en avanzado estado de descomposición.

Para conocer la metodología empleada, CCC entrevistó al académico de la Universidad del Sur de La Florida, quien ya ha analizado otras históricas masas orgánicas (blobs), incluyendo la aparecida en 1897 en San Agustín, Florida y que en su momento fue clasificado como Octopus giganteus.

CCC: Dr. Pierce, ¿por qué se interesó en analizar muestras de tejido provenientes del ejemplar hallado en la playa Pinuno, al sur de Chile?

Dr. Pierce: He trabajo con diversos “blobs” anteriormente y obtener una identificación correcta es importante en dos aspectos: uno para prevenir rumores acerca de la existencia de ‘monstruos’ y más importante aún, para descartar que pueda tratarse de una nueva especie marina.

CCC: ¿Es común encontrar y tener la oportunidad de analizar este tipo de masas orgánicas?

Dr. Pierce: Estos hallazgos son relativamente comunes y la atención del público depende de quién las encuentre, ya que si se identifican como resto de una ballena la noticia suele pasar desapercibida.

CCC: ¿Podría explicarnos la metodología utilizada para determinar el origen de la masa de Pinuno?

Dr. Pierce: Utilizamos dos métodos principales. Primero, examinamos el tejido con un microscopio electrónico para observar si su composición era similar con otros ‘blobs’ que hemos analizado anteriormente, obteniendo como resultado que consistía mayoritariamente de colágeno proveniente de la capa de grasa (blubber) del especimen. Posteriormente, confirmamos la presencia del colágeno mediante análisis bioquímicos que sirven para determinar la composición del tejido. Con estos análisis confirmamos que se trataba de un cetáceo.
En segundo lugar, extrajimos exitosamente el ADN de la muestra de tejido y uno de los genes coincidió 100% con una secuencia de identificación de un gen de cachalote, con lo que obtuvimos una respuesta definitiva.

CCC: ¿Fue difícil extraer el ADN necesario para la identificación de la muestra de tejido enviada por CCC?

Dr. Pierce: Realmente no. Si el tejido todavía conserva material genético, usualmente es posible extraerlo. Los problemas aparecen cuando el tejido ha sido fijado en soluciones que alteran la composición del tejido, como la formalina. Pero este no era el caso de las muestras enviadas por CCC.
Una vez extraído el material genético, la metodología utilizada para identificar la especie requiere ser estudiada meticulosamente. En este caso, utilizamos una metodología publicada con anterioridad ya que en mi opinión se trataba de restos de un cetáceo. Si los resultados no hubieran coincidido con el tejido de un cetáceo, hubiéramos tenido que continuar realizando análisis que no son particularmente difíciles.

CCC: De acuerdo a su experiencia, ¿cuánto tiempo de descomposición tendría la masa de Pinuno para lucir de la forma que fue encontrada por CCC?

Dr. Pierce: La verdad es que no lo sé, pero por las características de las imágenes registradas en la playa Pinuno, debe haber muerto hace mucho tiempo.

CCC: En ese estado de descomposición, ¿es posible determinar el sexo al cual corresponderían los restos del cachalote de Pinuno?

Dr. Pierce: Al menos no por mí. De acuerdo a los científicos chilenos, la masa todavía presentaba características anatómicas para determinar que correspondía a un cachalote, así que podrían existir algunas pistas para determinar el sexo.
Si el tejido todavía presenta secuencias genéticas relacionadas con el sexo del especimen, sería posible determinarlo a través de análisis de ADN, pero podría ser complicado.

CCC: ¿Había examinado masas orgánicas similares que captasen la atención mundial del público como la de Pinuno?

Dr. Pierce: Si, he examinado muestras de tejido de masas que han ocasionado revuelo mundial entre las que se encuentran la hallada en San Agustín (encontrada en Florida, 1896); la del ‘Monstruo Costero de Tanzania’ (encontrada en la década de los 60) y el ‘Blob de Bermuda’ (encontrada en la década de los 90). La mayoría fueron identificadas en un principio como correspondientes a un Octopus giganteus (del que no existe evidencia científica hasta el día de hoy), o incluso hasta restos de un alienígena en el caso del hallazgo realizado en Tanzania. Pero después de realizar los análisis correspondientes, todas probaron corresponder a restos de cetáceos.
Sin embargo, al público le encantan las buenas historias de monstruos marinos. Incluso a mí también me gustan estas historias y ésta es una las razones por las que realizo este trabajo, con la esperanza de que no correspondan a restos de cetáceos. Desafortunadamente algunas personas no aceptan los resultados y continúan apoyando la existencia de monstruos marinos.

CCC: En su opinión, ¿qué debería hacer la gente común y las organizaciones dedicadas a la conservación del medio ambiente marino cuando se encuentra con un especimen marino muerto de características extrañas o desconocidas?

Dr. Pierce: Exactamente lo que hicieron ustedes (CCC): obtener muestras de tejido y entregarlas a los especialistas que ya cuentan con experiencia en el tema, con el fin de identificar su origen de una forma rápida y efectiva.

CCC: Y finalmente, ¿cuál es su visión del desarrollo de la ciencia moderna en un mundo globalizado?

Dr. Pierce: La ética científica moderna requiere que la información sea compartida con cualquier investigador calificado que la solicite. Como resultado, los descubrimientos se realizan más rápidamente, de manera más económica y efectiva.

Más Antecedentes Sobre Blobs

Otro especialista en el análisis de ‘blobs’ similares es el genetista de la Universidad de Newfounland (EE.UU) Steven M. Carr, quien en Agosto de 2001 examinó una masa similar, la cual también correspondió a restos de un cachalote descompuesto. De acuerdo al Dr. Carr la presencia de restos similares a tentáculos en este tipo de masas orgánicas corresponden en realidad a restos de tejido que se ubican entre las costillas de lo que alguna vez fue un gran cetáceo.

El Dr. Carr y el Dr. Pierce son enfáticos en afirmar que no hay evidencia científica que apoye la existencia del Octopus giganteus, sin embargo están dispuestos a analizar muestras de tejido como la hallada en Pinuno, con el fin de descartar que se trate de una nueva especie. En este sentido, ambos declaran que “nunca nadie pensó que se podría encontrar un celacanto vivo”, por lo que es necesario completar el método científico para tener absoluta certeza de los resultados finales.

Sobre el aspecto presentado por la masa orgánica de Pinuno, el Dr. Pierce agrega que cuando una cetáceo muere, su cuerpo puede flotar durante meses, descomponiéndose gradualmente hasta que eventualmente, el cráneo y las vértebras se separan del tejido y caen al fondo del mar. El tejido graso continúa flotando y descomponiéndose hasta que sólo queda una matriz compuesta principalmente de colágeno y ésta es la que llega finalmente a la costa.

Para el Dr. Pierce “lo que resulta de esta descomposición no se parece a restos de una ballena porque en realidad no queda nada más que la matriz de colágeno”.

 

Fuente: The Scientist – Dr. Sidney Pierce – CCC