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ONG chilenas celebran suspensión de caza de ballenas pero buscan respeto integral a la moratoria y los santuarios

Santiago de Chile, 16 de febrero de 2011 (Ecoceanos/CCC)– El Centro de Conservación Cetácea y Ecoceanos celebraron este miércoles el anunció del gobierno japonés de suspender sus operaciones de caza de ballenas en aguas del mar austral, pero anunciaron que es necesario avanzar hacia el respeto integral a la moratoria y los santuarios de ballenas.

Los balleneros japoneses suspendieron su actividad en la Antártida a raíz de las presiones ejercidas por organizaciones ambientalistas y luego que los gobiernos latinoamericanos elevaran una carta formal a Japón, en que lo instan a no seguir usando el resquicio legal de “caza científica” para eliminar a las ballenas.

El anuncio japonés se produce un día después que la Armada de Chile anunciara que mantendría vigilancia sobre la nave ballenera Nisshin Maru que inesperadamente cambio su rumbo para dirigirse hacia la Península Antártica, cerca de las aguas jurisdiccionales de nuestro país.

El vocero de la Agencia de Pesca de Japón anunció que el buque-factoría ballenero “Nisshin Maru” paralizó sus capturas el día 10 de febrero por seguridad, ante “las agresivas prácticas” del grupo conservacionista Sea Shepherd. En estos momentos se considera el retorno de otros tres barcos de la flota ballenera con una tripulación total de 180 marinos que capturaban cetáceos en aguas del santuario ballenero austral.

Frente a esta suspensión de caza de ballenas, Elsa Cabrera del Centro de Conservación Cetácea (CCC) desde la isla de Chiloé, Chile, señaló que “es el momento que los paises conservacionistas redoblen sus esfuerzos diplomáticos y que la ciudadanía mundial demande el cierre definitivo de la caza de ballenas, en concordancia con la moratoria adoptada por la mayoria de los miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) hace 25 años. En pleno siglo 21 resulta inaceptable la conducta abusiva de Japón frente a la conservación de especies marinas y la gobernanza de la región antártica.”

Por su parte Juan Carlos Cárdenas de Ecocéanos indicó que “lo que ha sucedido en aguas antárticas cercanas a Chile, demuestra que sólo una voluntad tenaz de lucha de las organizaciones ciudadanas ha llevado a Japón a retroceder temporalmente. Esperamos que los países Latinoamericanos y de El Caribe logren, antes de la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional, tomar acciones concretas para que ésta haya sido la última campaña Antártida del Nisshin Maru, y poder cerrar los vacíos legales existentes que permitan la urgente modernización de la CBI”.

En tanto, Cosme Caracciolo, de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), afirmó que “el abandono temporal de las operaciones de “caza cientifica” de Japón en aguas antarticas, es la mas clara evidencia del debilitamiento de esta destructiva industria, dejando en claro el visionario logro que significó la prohibición absoluta de caza en aguas jurisdiccionales chilenas mediante la Ley 20.293 del 2008, resultado de la campaña ciudadana “Chile 2008, Santuario de Ballenas” que lideró Conapach junto al Centro de Conservación Cetacea y Centro Ecoceanos”

RECHAZO INTERNACIONAL COMIENZA A DAR FRUTOS

La caza de ballenas ha reportado a Tokio constantes críticas y acciones de rechazo de la opinión pública internacional, lo que incluyen una denuncia de Australia ante la Corte Penal Internacional de La Haya y la fuerte declaración de rechazo del bloque de países Latinoamericanos y de El Caribe agrupados en el “Grupo de Buenos Aires” por ocultar, bajo supuestos fines de caza científica, motivaciones meramente comerciales.

En los últimos años, las operaciones japonesas en aguas del santuario austral se han complicado progresivamente por la presión ejercida por embarcaciones de los activistas anti- balleneros, lo que ha provocado la irritación del gobierno de Japón.

El ministro portavoz de Japón, Yukio Edano, lamentó hoy las tácticas obstruccionistas contra la expedición “científica” nipona y dijo que pedirán a otras naciones que tomen medidas en su contra. Japón, Islandia y Noruega son los únicos países que continúan capturando ballenas. El país asiático realiza desde 1987 expediciones a aguas de la Antártida bajo supuesto interés científico, a cargo del Instituto de Investigación de Cetáceos. Japón abandonó la caza comercial de ballenas en 1986 debido a la implementación de una moratoria internacional. Sin embargo, un año después retomó las operaciones de caza bajo un programa con fines científicos, aprovechando los vacíos legales existentes en la Comisión Ballenera Internacional (CBI), ante el escepticismo y críticas de los países y organizaciones ambientalistas .

JAPÓN YA NO CONSUME BALLENAS

El consumo de carne de ballena ha venido cayendo sostenidamente en Japón. Durante el 2009 fueron comercializadas sólo 4.200 toneladas, en comparación con las 230.000 ton. de 1962. Ello ha significado elevadas reservas de carne de ballena almacenadas en Japón, que en agosto pasado alcanzarón la cifra record de más de 6 mil toneladas. Todo esto evidencia el desinterés del pueblo japonés por el consumo de carne de cetáceos. De las mil ballenas que Japón se autoimponía como cuota anual de caza, se ha ido reduciendo paulatinamente a poco más de 500 ballenas minke o rorcuales aliblanco el 2008 y a 507 cetáceos capturados el 2010, un 60 por ciento de su objetivo, debiendo suspenderse dicha expedición por 31 días debido a las presiones de la flota ecologista de Sea Shepherd.

Fuente: Centro de Conservación CetaceaCentro Ecoceanos