Santiago, 22 de octubre 2008 (Portal Asia Pacífico/BCN) – Un novedoso proyecto presentaron Nueva Zelanda y Australia, para estudiar las ballenas de la Antártica sin la necesidad de matarlas. La iniciativa será enviada a la Comisión Ballenera Internacional a principios del 2009. Asimismo, Chile se unió a la causa y declaró sus costas como Santuario Ballenero.
La propuesta busca evitar la extinción de las ballenas, cuya población ha disminuido los últimos años, principalmente amenazadas por la caza de países como Japón, que fundamenta su accionar con fines científicos.
Sin embargo, Nueva Zelandia y Australia, fervientes conservacionistas, han repudiado públicamente esta situación, argumentando que es innecesario dar muerte a los cetáceos para estudiarlos. Por eso están presentando alternativas.
Ante esta situación, Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, cree que “desde hace varias décadas la investigación no letal de cetáceos ha demostrado que puede contribuir de mejor manera al conocimiento de estos mamíferos marinos sin necesidad de impactar negativamente poblaciones o especies que fueron drásticamente depredadas por la ballenería comercial”.
“En este sentido el programa que será presentado por Australia y Nueva Zelandia a la comunidad científica internacional en febrero próximo es una valiosa iniciativa para fortalecer la importancia del uso no letal a nivel internacional y la necesidad de detener inmediatamente los programas de caza científica llevados a cabo por Japón en aguas del santuario ballenero austral”, agregó.
Por otra parte, el Gobierno chileno declaró sus costas como libres de caza comercial y científica, convirtiendo a las aguas chilenas del Pacífico en un santuario. De igual forma, la publicación de la ley contempla sanciones legales para quienes realicen cualquier acto dañino para los cetáceos.
La ley en su artículo N°2 prohíbe “dar muerte, cazar, capturar, acosar, tener, poseer, transportar, desembarcar, elaborar o realizar cualquier proceso de transformación, así como la comercialización o almacenamiento de cualquier especie de cetáceo que habite o surque las aguas marítimas de jurisdicción nacional”. Tanto así, que incluso el acercamiento a los cetáceos estará regulado, a fin de no perturbarlas.
Fuente: Portal Asia Pacífico de la Biblioteca del Congreso Nacional