La reforma al artículo 55 bis de la Ley General de Vida Silvestre establece que: Queda prohibida la importación, exportación y reexportación de ejemplares de cualquier especie de mamífero marino y primate, así como de sus partes y derivados, con excepción de aquellos destinados a la investigación científica, previa autorización de la Secretaría.
La reforma se gestó por el ex Diputado Diego Cobo en la Cámara baja y había sido detenida en la Cámara de Senadores por más de dos años por el intenso cabildeo por parte de la industria de delfinarios de México. Finalmente fue aprobada por el senado a finales del año pasado.
“México experimentó uno de los crecimientos más rápidos en la industria del cautiverio de delfines en todo el mundo, tanto en capturas como en la proliferación del número de instalaciones que mantienen este tipo de animales para la exhibición pública y todo esto sin una regulación adecuada. Tal problemática condujo a México a implementar la prohibición de capturas de mamíferos marinos en aguas mexicanas el 10 de enero del año 2002, así como a incluir a todas las especies de mamíferos marinos en alguna categoría de riesgo en la NOM 059, además de publicar en agosto del 2004 la Norma definitiva sobre delfinarios. Sin embargo no era suficiente y ahora finalmente ha quedado prohibida la importación y exportación de estos mamíferos”, afirmó Laura Rojas, presidenta de Comarino.
Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México explicó que: “nuestro país ha mantenido una política constante de protección hacia los mamíferos marinos. Fue el primer país del mundo en decretar una reserva para ballenas en 1972 en la Laguna Ojo de Liebre en BCS, y se colocó a la vanguardia de la protección cuando aún era permitida la cacería de ballenas. En el 2002 México creó el santuario ballenero nacional más grande del mundo para proteger a 21 especies de cetáceos y prohibió la cacería y captura de cualquier mamífero marino. En el 2005 México nuevamente muestra su compromiso nacional e internacional en la protección de estas especies cuando decreta un área de refugio para la vaquita marina y ahora cierra totalmente la posibilidad de que entren y salgan de nuestro país cualquier especie de mamífero marino. México será el ejemplo a seguir por la comunidad internacional”.
“La importación de delfines desde otros países a México y su reexportación desde este a otros países, como son los caribeños, sudamericanos y asiáticos, era realmente preocupante. Tales actividades mostraban un profundo contraste entre las políticas de conservación realizadas por nuestro gobierno y la permisividad de un comercio claramente perjudicial para las poblaciones de mamíferos marinos en otras partes del mundo. México se había colocado en el centro de la crítica internacional en el 2003 al protagonizar la mayor controversia internacional, cuando permitió la importación más grande de delfines en la historia de 28 delfines de las Islas Solomon, y que representó la captura de al menos 100 delfines. Era totalmente incongruente que México afirmara por todo el mundo su compromiso por la protección de los mamíferos marinos y al mismo tiempo permitiera este comercio internacional que tanto daño ha hecho”, dijo Yolanda Alaniz, vicepresidenta de Comarino.
Los ambientalistas felicitaron al gobierno mexicano por mantener vigente su compromiso hacia la protección y conservación de los mamíferos marinos en nuestro país y el mundo.
Fuente: IFAW