Durante la última reunión de la Comisión Internacional Ballenera (CBI), realizada en Sorrento, Italia, el Comité Científico reconoció que el uso de sonares militares y las exploraciones para buscar petróleo y gas son particularmente peligrosos para las poblaciones de cetáceos, especialmente para las especies de zifios o ballenas picudas.
El informe del Comité Científico de la CBI, afirma que existe “evidencia irrefutable” de que las poblaciones de mamíferos marinos estarían en peligro debido al intenso ruido submarino producido por las actividades humanas. El informe agrega que el número de cetáceos muertos por ruidos intensos podría ser mucho mayor al número de animales encontrados en las playas, ya que los estudios sobre varamientos masivos de zifios no registran los animales que mueren pero no varan.
El Comité también expresó que el establecimiento de áreas Marinas Protegidas (AMPs) podría ayudar a proteger las poblaciones de mamíferos marinos afectados por esta forma de contaminación marina.
POBLACION EN PELIGRO DE EXTINCIóN
El Comité Científico reconoció que es necesario tomar medidas fuertes de manera rápida, especialmente para las poblaciones de ballenas en peligro, como la población de ballena gris del Pacifico Nororiental que actualmente cuenta con menos de 100 animales, entre los cuales sólo 23 son hembras en edad reproductiva.
Organizaciones conservacionistas han solicitado a la empresa petrolera Royal Dutch Shell, suspender los proyectos petroleros en la zona (Sakhalin, Rusia), después de que la CBI aprobara en Italia una Resolución por consenso que califica dichas actividades como “peligrosas” para la supervivencia de la población de ballena gris.
VARAMIENTOS RECIENTES
A principios de Julio de 2004 se produjo un varamiento de cerca de 200 calderones en aguas poco profundas fuera de la costa de Hawaii, durante ejercicios militares realizados por los gobiernos de Estados Unidos y Japón. Una de las posibles causas bajo investigación es el uso del sonar de frecuencia media.
En el informe presentado a la CBI, el Comité también expresa “gran preocupación” por el impacto negativo que genera la explotación de petróleo y gas sobre las grandes ballenas. El informe menciona un incidente ocurrido en 2002, en el cual un numero inusual ballenas jorobadas vararon en la costa de Brasil durante una inspección submarina de petróleo y gas que produjo intensos pulsos de sonido.
Al respecto, el Comité recomendó trabajar para proteger de la contaminación acústica a los hábitats marinos críticos y recomendó el desarrollo de investigaciones orientadas a resguardar a los mamíferos marinos de los impactos negativos generados por la contaminación acústica marina, como por ejemplo, el establecimiento de áreas Marinas Protegidas.
Fuente: CCC