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El agua fría podría ocasionar varamientos de cetáceos

Un análisis de datos recolectados por más de 80 años, reveló que un número desproporcionado de cetáceos vara en la región sur este de Australia cada 10 a 12 años. Al parecer, este aumento en los varamientos estaría relacionado con un fenómeno climático llamado “viento del oeste”.

“Se pensó que los varamientos eran eventos aleatorios – o bien asociados a eventos climáticos como El Fenómeno del Niño – pero nada había sido demostrado. Nosotros hemos mostrado un modelo muy claro” dice Mark Hindell de la Unidad de Investigación de Vida Salvaje Antártica, de la Universidad de Tasmania en Hobart.

Tasmania es uno de los lugares que registra más varamientos de cetáceos a nivel mundial. Delfines común, cachalotes y calderones de aleta larga son las tres especies que varan más frecuentemente en las costas.

El equipo de Hindell analizó los datos de todos los cetáceos varados entre 1920 y 2002. Los años que registran un mayor número de varamientos alcanzan incluso cifras de hasta 10 veces más que lo usual. Durante el último máximo, ocurrido en 1992, hubo 29 eventos donde fueron registrados varamientos. Luego, cuando el equipo revisó los datos de varamientos del estado de Victoria, al sur de Australia, encontraron el mismo caso.

TEMPERATURA DEL OCÉANO

Fue entonces que el equipo decidió buscar una posible explicación medioambiental. Notaron que la frecuencia de varamientos se relacionaba con la variación de la temperatura estival y la presión del aire, sobre la superficie del océano de Tasmania, medidas que son indicadores de los cambios en los movimientos zonales de los vientos del oeste a través del continente Australiano.

Bruscamente cada 10 años, estos vientos causan tormentas severas y un aumento de las aguas frías sub-Antárticas que se mueven hacia la costa norte de Tasmania, dice Hindell. Muchas especies de ballenas permanecen en estas agua frías, ya que son muy ricas en nutrientes. Así, a medida que las aguas más frías se acercan a la costa, también lo hacen las ballenas y delfines, afirmó Hindell.

A pesar de que esto no explica con precisión qué causa que las ballenas varen, saber acerca de estos aumentos regulares en el número de varamientos podría ayudar a los grupos de rescate para preparar a la comunidad y entrenarla en cómo ayudar a una ballena varada, o inclusive para aumentar el patrullaje de las costas, durante los periodos de máximo peligro.

“Información que pueda contribuir a una mejor preparación de voluntarios, podría ser de mucha utilidad” dice Ron Ling, presidente de la Organización para el Rescate e Investigación de Cetáceos en Australia, con base en Sydney.

Por: Emma Young, Sydney – ENN