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Pesca Incidental, una nueva amenaza para la supervivencia de los cetáceos

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Alrededor de 308.000 delfines, ballenas y marsopas mueren cada año producto del enmallamiento en redes de pesca, revelaron las recientes investigaciones realizadas por científicos británicos y estadounidenses. El estudio, presentado el pasado 12 de junio a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), es la primera estimación realizada a nivel mundial sobre la muerte de cetáceos producto de la pesca incidental.

“Este número de capturas incidentales está sin duda perjudicando y devastando significativamente a muchas de las poblaciones de delfines, ballenas y marsopas”, afirmó el investigador Andy Read, de la Universidad de Duke, quien es miembro de la Fuerza de Trabajo para la Pesca Incidental de Cetáceos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

“Muchas especies se perderán en las próximas décadas si no se hace nada”, agregó Read, quién junto a sus colegas de la Universidad de St. Andrew en Escocia, cree que los resultados de la investigación sólo se agregan a la creciente evidencia de que las muertes por enmallamiento en redes de pesca es uno de los mayores peligros que amenaza la supervivencia de las más de 80 especies de cetáceos.

A esta amenaza se suma una compleja lista de amenazas como la caza científica de ballenas, el cambio climático, la contaminación química y acústica, el agujero en la capa de ozono, la sobre explotación de los recursos pesqueros, las colisiones con embarcaciones, etc.

Este año, en la 55 reunión de la CBI, a realizarse en Berlín, Alemania, entre el 16 y 19 de junio,19 países miembros buscan obtener el apoyo necesario para aprobar la llamada Iniciativa de Berlín, que permitiría fortalecer los esfuerzos de conservación sobre las poblaciones de ballenas y resolver efectivamente las actuales amenazas que enfrentan.

De acuerdo a los investigadores, varias especies de cetáceos se encuentran al borde de la extinción debido a las muertes por capturas incidentales, incluyendo a la ballena franca, marsopa común, delfin del Irrawaddy y la pequeña marsopa conocida como vaquita, entre otros.

Cerca de un 15 por ciento de la población de vaquita muere cada año en las redes de pesca en el Golfo de México, único lugar en el mundo donde se encuentra esta amenazada especie.

Pero hay algunas buenas noticias, dice el informe de los investigadores, soluciones al problema de enmallamiento son posibles, a pesar que ellas varían según la región y las especies involucradas.

Los científicos enfatizan que los pescadores han sido cruciales para el desarrollo de exitosas modificaciones a las redes, y que sería vital expandir su utilización ya que disminuye la pesca incidental de cetáceos.

De ser aprobada la Iniciativa de Berlín, en la reunión de la CBI, se crearía un Comité de Conservación y un fondo para promover proyectos científicos relacionados a la preservación y uso no letal de los cetáceos, que beneficiaría a científicos e instituciones de países en desarrollo.

La pesca incidental es ahora reconocida como uno de los mayores problemas ocurrido en las últimas décadas, producto de la industrialización pesquera. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), estima que un 25 por ciento de los animales capturados en redes de pesca, mueren incidentalmente.

Fuente: ENS