Veinticinco países y la Unión Europea se reunirán en línea y de manera presencial del 18 al 25 de octubre para votar sobre la ampliación de la protección del Océano Antártico y sobre cómo gestionar la pesca del krill en él.
La pesca en la región está regulada por la CCAMLR (Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos). Ya en 2002, la CCAMLR acordó crear una red de áreas marinas protegidas (AMP). Luego, en 2009, los miembros dieron el primer gran paso cuando acordaron una AMP para cubrir 94.000 km2 bajo las Islas Orcadas en el Sur de la Antártida. En 2016, la CCAMLR negoció con éxito el mayor “parque marino” del mundo, que abarca 1,55 millones de km2 en el Mar de Ross, al sur del continente. (A diferencia de una AMP permanente, el estatus de este parque marino deberá renovarse al cabo de 35 años).
Los observadores y expertos marinos esperan que la reunión aproveche el impulso creado por la reunión de la COP15 sobre biodiversidad y la próxima reunión de la COP26 sobre cambio climático. Aun así, reconocen que las diferencias entre países, sobre todo de China y Rusia, podrían dificultar la consecución de un consenso entre todos los miembros.
“Las dos grandes crisis del planeta son la biodiversidad y el clima, y el único lugar para tomar medidas concretas sobre ambas es la CCAMLR. Aquí es donde tenemos que demostrar que vamos en serio”, dijo Andrea Kavanagh, directora de Pew en la Antártida y el Océano Antártico. “El hecho de que sea una reunión híbrida hace que las decisiones finales sean muy difíciles”.
Las propuestas sobre la mesa
Hay tres propuestas de AMP en discusión. En la primera se protegerían tres bloques de océano y fondo marino a lo largo de la Antártida Oriental, una zona rica en corales y presas de pingüinos. Aunque la propuesta se ha debatido sin éxito durante nueve años seguidos, los expertos coinciden en que es la que tiene más posibilidades de salir adelante.
Otra propuesta es la de una nueva AMP de 1,8 millones de km2 al norte del continente, en el mar de Weddell. Esta propuesta fue presentada en 2018 por la UE y posteriormente recibió el apoyo de otros miembros. De crearse, sería la mayor reserva natural del mundo.
La tercera propuesta fue presentada en 2017 por Argentina y Chile. En ella se propone la creación de una AMP al oeste de la península antártica, una zona especialmente vulnerable a los impactos del turismo, la pesca y el cambio climático. Hasta tres cuartas partes del krill de la Antártida se encuentra allí.
En su intervención en el reciente aniversario de la firma del Protocolo sobre la Protección del Medio Ambiente del Tratado Antártico de 1991, que impide la explotación minera en la Antártida, el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, dijo que esperaba que la diplomacia internacional estuviera lo suficientemente madura como para crear nuevas AMP este año. “Si conseguimos el apoyo de China y Rusia, se unirían muchas más”, añadió.
Los dos países se han mostrado reticentes a la creación de nuevas AMP, pidiendo datos científicos sólidos antes de acordarlas. Aun así, un fuerte esfuerzo diplomático al más alto nivel podría cambiar esta situación, como ocurrió con la AMP del Mar de Ross, dijo Nengye Liu, profesor de la Facultad de Derecho Macquarie de Australia.
Geneviève Pons, codirectora de Antarctica2020, un grupo que hace campaña por la protección del Océano Antártico, está de acuerdo y añade que 18 de los 26 miembros de la CCAMLR han acordado formalmente patrocinar al menos una de las tres propuestas de AMP. Esta cifra se ha alcanzado este año gracias a los esfuerzos de la sociedad civil por fomentar el diálogo al “más alto nivel”.
El Océano Antártico comprende aproximadamente el 10% del océano mundial y alberga algunos de sus ecosistemas más vulnerables e importantes. Millones de pingüinos, aves marinas, peces, focas, ballenas y krill, las especies clave de la región, viven allí y necesitan más protección.
Los expertos coinciden en que las AMP son la mejor manera de proporcionarla. No seguir adelante con las tres propuestas que están sobre la mesa podría tener grandes consecuencias para los ecosistemas de la Antártida. La situación es especialmente importante dado que está previsto que el Protocolo del Tratado Antártico se revise después de 2048.
Otros debates clave de la CCAMLR
El krill antártico también estará en la agenda de la reunión. La principal medida de conservación del krill de la CCAMLR, conocida como CM 51-07, expira este año. Los países miembros podrían adoptar una nueva medida, renovar la actual o permitir la pesca no regulada.
El krill constituye la base de la red alimentaria de la Antártida y sustenta a especies depredadoras como los pingüinos, las focas y las ballenas azules. El crustáceo también desempeña un papel en la lucha contra el cambio climático, ya que se alimenta de algas que capturan el carbono y deja caer sus residuos llenos de carbono al fondo del océano.
La pesca concentrada de krill sigue siendo una grave preocupación en el océano Austral, ya que reduce las cantidades de krill disponibles localmente para los depredadores. Actualmente, los límites de captura se establecen para subáreas específicas. Hoy, los principales pescadores de krill son Noruega, China y Corea del Sur.
Emily Grilly, Directora del Programa Antártico de WWF Australia, cree que es probable que se renueve la CM 51-07, ya que aún no se ha alcanzado un consenso sobre una nueva medida de conservación. “La pesca de krill crece cada año y si no se regula sería un gran problema. La pesca ya se está solapando con las zonas de depredadores, lo que repercute en el esquema alimentario”, añadió.
Este artículo fue publicado originalmente en Dialogo Chino y reproducido bajo la licencia Creative Commons’ Attribution-Non Commercial-No Derivs 2.0 England & Wales License and 2.5 China License.
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