Con una celebración frente al Palacio La Moneda en el centro de Santiago, organizaciones civiles junto a los senadores Guido Girardi y Baldo Prokurica conmemoraron seis años desde la creación del santuario de ballenas de Chile – uno de los de mayor extensión en el mundo – y que cuenta con medidas de administración que han fortalecido la conservación de estos mamíferos y sus ecosistemas, tanto a nivel nacional como internacional.
Su promulgación se instituyó el 15 de Octubre de 2008, y contó con el apoyo transversal del poder ejecutivo, legislativo y de la Armada de Chile, además del histórico apoyo brindado por el 99% de la ciudadanía. Esto último de acuerdo a una encuesta de carácter nacional encargada a la agencia Adimark GfK por el Centro de Conservación Cetacea y Centro Ecoceanos.
Durante la campaña ciudadana “Chile 2008, Santuario de Ballenas”, el apoyo de más de un centenar de organizaciones civiles nacionales, regionales e internacionales, así como el respaldo unánime de diputados y senadores de las más diversas bancadas, fue fundamental para que el proyecto de ley avanzara en forma expedita y fuera aprobado en tan sólo ocho meses.
La Ley 20.293 para la Protección de los Cetáceos permitió al país consolidar una política de Estado comprometida de manera permanente con la conservación y el uso no letal de todas las especies de cetáceos. Además de prohibir la matanza de cualquier especie de cetáceo- ballenas, delfines y marsopas-, en la Zona Económica Exclusiva de Chile, esta la ley también prohíbe el transporte de estos mamíferos en todo el territorio nacional. Esta última medida permitió a la Armada de Chile y al gobierno de la época, impedir que la nave ballenera japonesa Nisshin Maru navegara por el sector de Canal Drake, región de Magallanes, rumbo a Japón, tras el cierre de su temporada 2011 de captura ilegal de ballenas en la Antártica.
La adopción del santuario también permitió el desarrollo de regulaciones nacionales para el avistaje de cetáceos en todo el país, la cual es una de las más completas a nivel internacional. Este reglamento que se encuentra vigente desde el 2013, fue desarrollado por un grupo multidisciplinario de instituciones estatales y organizaciones civiles bajo el liderazgo de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca). Por su parte, la Armada de Chile estableció medidas de protección especiales para evitar las colisiones con embarcaciones en las zonas de alimentación de ballenas azul, así como planes de contingencia para otorgar máxima protección a la población de ballena franca austral del Pacífico Suroriental, la cual se encuentra en la categoría de Peligro Crítico.
Desde la promulgación de la ley 20.293, el país ha fortalecido una política regional e internacional orientada a consolidar el derecho de las naciones del hemisferio sur a utilizar de forma no extractiva a las ballenas, mediante el turismo de avistaje y programas de investigación no letales, lo cual ha permitido el desarrollo de múltiples proyectos turísticos de base comunitaria y el aporte de información científica relevante sobre la presencia y estado de conservación de las diversas especies de cetáceos presentes en aguas chilenas.
Es así que Chile junto a los demás países latinoamericanos conservacionistas, que son miembro de la Comisión Ballenera Internacional, conocido como Grupo Buenos Aires (GBA) , lideró durante su última asamblea plenaria realizada en septiembre pasado en Eslovenia, dos importantes resoluciones que fueron adoptadas por consenso: El fortalecimiento de los temas de conservación del Comité Científico de la CBI y la actualización de sus mecanismos de participación ciudadana, el que hasta entonces se caracterizaba por ser uno de los más anacrónicos y restrictivos entre los organismos multilaterales.
Reconocimiento nacional e internacional a la delegación chilena participante de la reunión de la CBI 2014
El reconocimiento a la labor de la delegación chilena en la pasada reunión de la CBI, también fue expresado tras el cierre de la celebración de la creación del santuario de ballenas de Chile, mediante la entrega de una carta dirigida al ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, que felicita los logros alcanzados por el país en materia de transparencia y modernización de este organismo internacional. Esta misiva cuenta con la adhesión de más de 45 organizaciones ciudadanas y centros de investigación nacionales, regionales e internacionales. Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea (CCC) “en este día tan relevante para la conservación de especies tan emblemáticas como son las ballenas, el apoyo de la sociedad civil latinoamericana e internacional a las políticas de Estado en relación a los cetáceos, es una sólida señal para que continuemos avanzando hacia el cierre definitivo de operaciones comerciales balleneras que amenazan los intereses de cientos de comunidades costeras que dependen de las ballenas vivas para su desarrollo”.
La política de Estado consolidada tras la adopción del Santuario en aguas nacionales, ha fortalecido la oposición de los diversos sectores políticos y sociales a los denominados programas de caza “científica” de Japón en aguas internacionales, las que incluyen el santuario de ballenas del Océano Austral. Esta zona que circunda el continente antártico fue creado en 1994 con el apoyo de todos los miembros de la CBI a excepción de Japón.
Al respecto, tan sólo en 2014 el senado chileno ha adoptado dos proyectos de acuerdo contra estas matanzas. Como resultado, el pasado 24 de Junio, los senadores Prokurica y Girardi, junto a representantes del Centro Ecoceanos y Centro de Conservación Cetacea sostuvieron una reunión con el canciller Muñoz, que resultó en avances para que el país realice una protesta formal contra las intenciones de Japón de continuar matando ballenas en el Océano Austral, a pesar que el pasado 31 de Marzo la Corte Internacional de Justicia ordenara su suspensión por su carácter ilegal.
Por su parte, el senador PPD Guido Girardi fue enfático en afirmar que las intenciones de Japón de continuar matando ballenas a pesar del fallo de la Corte Internacional de Justicia “son trampas odiosas e inmorales que se intente justificar este asesinato masivo por la via de señalar que corresponde a investigación científica, porque la ciencia hoy día no necesita matar ballenas sino todo lo contrario”. Por ello el parlamentario agregó que esperan que “Chile haga una protesta diplomática por las matanzas de ballenas que Japón realiza”.
En tanto para Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo del Centro Ecoceanos “la contribución de los países conservacionistas y de las organizaciones de la sociedad civil latinoamericanas, tendientes al fortalecimiento de los mecanismos de participación ciudadana al interior de la CBI, constituye un paso estratégico para asegurar el cumplimiento de la decisión de la Corte Internacional de Justicia respecto a no permitir la reanudación de las operaciones de caza ballenera en aguas antárticas”. Luego señaló que dado que Chile ha ratificado los acuerdos internacionales contra las operaciones de pesca ilegal, “su Armada se encuentra posibilitada de desarrollar acciones preventivas con objeto de detener a cualquier embarcación que en el futuro intente reanudar las operaciones de caza de ballenas en aguas del santuario antártico. En este contexto, las organizaciones de la sociedad civil regional piensan que sería necesario con carácter preventivo el envío de la nota de protesta al gobierno japonés anunciada anteriormente por el canciller Muñoz ”.