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Investigadores buscan respuestas ante crecientes varamientos de ballena jorobada

21 de Octubre de 2011 – La migración anual de miles de ballenas jorobada en el hemisferio sur se inicia en Mayo cuando los mamíferos navegan desde su aérea de alimentación en las ricas aguas del el Océano Austral hacia la costa oriental de Australia donde se reproducen y cuidan a sus crías.

Pero expertos de ese país afirman que un número creciente de estos animales no sobreviven la travesía, es especial, ejemplares juveniles o crías. Más de las 14 ballenas jorobadas que murieron a lo largo de la costa australiana durante la pasada temporada correspondieron a juveniles y ballenatos. De acuerdo a oficiales del departamento de conservación australiano, varios de los ejemplares muestran signos de desnutrición.

“Las ballenas muertas corresponden a individuos malnutridos o enfermos que no han formado una buena capa de grasa, como si no hubieran tenido la oportunidad de alimentarse de sus madres” afirmó el oficial de vida silvestre Dough Cochrane. También agregó que han evidenciado un significativo aumento en las enfermedades y muertes de ballenas jorobadas en años recientes y que la razón podría ser el aumento de esta población. “Ocurre lo mismo con otras poblaciones donde quiera que estén: mamíferos, aves e inclusive humanos, cuando se presenta un aumento en la población también aumenta la tasa de mortalidad” afirmó.

Para el operador de turismo de avistaje de ballenas, John Woodbury, “hemos notado un aumento del numero de ballenas avistadas, incluyendo muchas hembras con crías recién nacidas que lucen delgadas y con las vertebras visibles a través de la piel”. Para el operador la razón de las enfermedades y muertes serían las actividades humanas, que están impactando la principal fuente de alimento de las ballenas, el kril, debido a la acidificación de los océanos. “Las ballenas se están quedando sin alimento”, concluyó Woodbury.

Para intentar conocer las razones el aumento de los varamientos y muertes de ballenas jorobada, el departamento de conservación australiano ha tomado muestras biológicas de los animales. Sin embargo los resultados de los análisis podrían tardar varios años por lo que los especialistas recomiendan “cambiar la forma cómo nos relacionamos con el océano” ya que las ballenas enfermas son un claro síntoma que estamos haciendo algo mal.

Fuente: ABC News