20 de Abril de 2011 – La carismática ballena jorobada es una especie cosmopolita y muy migratoria, es decir, se distribuye en los principales océanos del mundo y tiene la capacidad de viajar grandes distancias. En primavera viaja a sus áreas de alimentación en altas latitudes, y en invierno viaja hacia aguas tropicales para reproducirse.
Un reciente estudio realizado por un grupo de científicos neozelandeses habla de la precisión con la que son capaces de navegar estas ballenas miles de kilómetros en línea recta durante semanas. Al respecto Travis Horton, quien lidera el estudio de la Universidad de Canterbury, afirma que “estos cetáceos son “sorprendentemente precisos” en su navegación y no se desvían de su curso en más de un grado azimut (cifra de dirección de la marcha).
La capacidad de navegar en línea recta es compartida por otros animales marinos como tiburones o pingüinos pero, según Horton, lo que diferencia a las ballenas jorobadas es que son capaces de mantener el rumbo en enormes distancias.
Horton y su equipo siguen desde 2003 a través de tecnología vía satélite a 16 ballenas jorobadas entre la costa de Brasil, las Islas Cook y Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur, hasta las aguas antárticas.
Las rutas migratorias de más de 6.000 kilómetros están conformadas por una serie de líneas rectas entre los diversos puntos de partida hasta las aguas antárticas.
Los científicos aun no han podido determinar cómo estos cetáceos evitan desviar el curso y mantener la precisión de navegación a pesar de las corrientes marinas y otras variaciones meteorológicas.
Los realizadores del estudio creen que las ballenas estarían utilizando una combinación de los campos magnéticos de la Tierra y la posición del sol u otros cuerpos celestes para orientarse, al igual que hacen otros animales. Sin embargo, no se sabe si el conocimiento de estas rutas migratorias se transmiten de generación en generación y si los patrones responden a cambios en los campos magnéticos, patrones hormonales u otros factores.
Estas ballenas también son conocidas por sus cantos, los cuales son realizados por los machos durante la época de reproducción para cortejar a las hembras.
Un estudio australiano divulgado la semana pasada en Estados Unidos y publicado en el periódico estadounidense Current Biology, señala que año tras año una nueva y pegadiza melodía se extiende entre los ‘cantantes’ machos.
De acuerdo al estudio los machos son los únicos que cantan, quizás con la esperanza de cautivar a una ballena hembra.
Frente a las costas orientales de Australia, señalan los investigadores, es donde siempre se originó la popular melodía de la temporada. El éxito luego viaja hacia el este, a lo largo del Pacífico sur, desde Australia a la Polinesia francesa, expandiéndose entre distintos grupos de ballenas, que empiezan a cantar la misma melodía durante la época de cría.
Como suele ocurrir con las canciones de moda, sus melodías no son siempre tan originales, dijo la investigadora Ellen Garland, estudiante de grado de la Universidad de Queensland. Aunque “ocasionalmente desechan la actual canción y empiezan a cantar una completamente nueva”, agregó.
El estudio, realizado a lo largo de 11 años, se describe a sí mismo como “la primera documentación de un cambio repetido y dinámico que ocurre entre muchas poblaciones (de ballenas) a una gran escala geográfica”.
Lo que sigue siendo un misterio es por qué todas las ballenas cantan la misma canción, cuando sus esfuerzos deberían estar destinados a destacarse ante la manada. “Creemos que esta búsqueda de los machos por una canción original radica en la esperanza de ser un poquito diferente y más atractivo para el sexo opuesto”, señaló Garland. “Esto es luego respondido con la urgencia de cantar la misma melodía, por la necesidad de conformar”, agregó.
En Chile, se ha registrado el Estrecho de Magallanes como zona de alimentación para la ballena jorobada en los meses de verano y se ha determinado su presencia en los fiordos patagónicos chilenos, siendo registrada por Centro de Conservación Cetacea al noroeste de la Isla Grande de Chiloé durante varios años consecutivos. Además, recientemente se han reportado conexiones costeras migratorias entre fiordos del sur de Chile.
Aunque la ballena jorobada es una de las ballenas más estudiadas a nivel mundial, aun falta mucho por conocer de esta especie, por esta razón es de vital importancia asegurar su protección en todos los océanos del mundo para continuar vislumbrando los misterios que las rodean a través de metodologías no invasivas que puedan afectar sus poblaciones.