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Krill antártico, mucho más que un recurso

Científicos del British Antarctic Survey (BAS) y el Centro Scarborough sobre Estudios Costeros del Reino Unido, descubrieron que el krill antártico (Euphausia superba), libera importantes cantidades de carbono en las aguas profundas a través de sus excrementos. La investigación liderada por el Dr. Geraint (BAS) reveló que este crustáceo desciende varias veces durante la noche a las profundidades marinas y no cada 24 horas como se creía previamente, aumentando el aporte de carbono a las aguas profundas del océano Austral.

Esto se debe a que el krill antártico se alimenta de pequeñas algas microscópicas conocidas como fitoplancton, las cuales constituyen la base de la cadena trófica marina, y realizan fotosíntesis para extraer el carbono del monóxido de carbono. Luego de alimentarse en la superficie del océano, el krill migra hacia aguas profundas con el fin de evadir posibles depredadores. Debido a que excretan residuos estando en profundidad, la migración del krill hacia el fondo marino le permite a estos crustáceos transportar grandes cantidades de carbono al interior del océano.

De acuerdo al Dr. Geraint, “desde hace tiempo sabíamos que el krill es fundamental para la supervivencia de otras especies pero no teníamos idea de que su conducta para evadir depredadores podría generar estos beneficios para el medio ambiente.” La migración diaria del krill antártico hacia aguas profundas permite que estos animales transporten anualmente una cantidad de carbono equivalente a la emisión de 35 millones de autos. Para Geraint “este hecho evidencia que estos pequeños animales son mucho más importantes de lo que habíamos pensado.”

El krill Antártico puede crecer hasta 6 cm y vivir entre 6 y 7 años. Es una de las especies más importantes del Océano Austral ya que se encuentra en el corazón de la cadena trófica marina y es el principal alimento de otras especies como peces, pingüinos, ballenas y focas, entre otros. Sin embargo, el krill antártico ha disminuido cerca de un 80% desde la década de 1970. Una de las probables explicaciones sería la dramática disminución del hielo marino durante los meses de invierno, ya que durante este periodo las larvas y juveniles de krill se alimentan de las algas que crecen bajo su superficie, actuando como una especie de “guardería”.

La Península Antártica es un área crucial para la producción de krill antártico, pero el aumento de la temperatura en 2.5°C durante los últimos cincuenta años, ha generado una preocupante disminución del hielo marino durante el invierno austral. A pesar que actualmente no se comprende completamente la relación entre la pérdida del hielo marino y el aumento de la temperatura, ésta podría ser una de las causas de la disminución del krill antártico en el Océano Austral. Conociendo la conducta de estos animales se podrá entender de mejor manera la contribución que el krill realiza al remover importantes cantidades de carbono de la atmósfera.

Fuente: ASOC/Antarctic krill provide carbon sink in Southern Ocean