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Derrame de petróleo del Exxon Valdez continúa afectando la vida silvestre marina de Alaska

21 de Diciembre de 2003 – Cuando el 24 de Marzo de 1989 el petrolero Exxon Valdez encalló en las costas de Alaska, vertiendo 40 mil toneladas de crudo al océano, la comunidad científica advirtió que miles de aves y mamíferos marinos morirían rápidamente. Sin embargo, los científicos predijeron que el medio ambiente se recuperaría en cuanto el petróleo se disipara.

Pero la ciencia se equivocó y la vida marina continúa afectada, debido a que los restos de petróleo que aún permanecen en el área han detenido o disminuido la tasa de supervivencia y reproducción de muchas especies.

De acuerdo a un estudio recientemente publicado en la revista Science, el crudo que aún persiste en las aguas de Alaska ha generado una sucesión de problemas que afectan la supervivencia de aves, peces y mamíferos marinos.

Para el equipo de investigadores liderado por el profesor de la Universidad de Carolina del Norte, Charles Peterson, “es un gran error considerar que las consecuencias de los vertidos de crudo al mar son a corto plazo”. En este sentido, los investigadores agregaron que una lección importante del derrame del Exxon Valdez, es que las regulaciones ambientales deben considerar los efectos a largo plazo de la exposición a sustancias contaminantes como el petróleo.

El informe, que incluye investigaciones gubernamentales sobre el derrame, destaca los impactos negativos registrados en nutrias marinas, patos arlequín, salmones juveniles y diversas especies de crustáceos. De acuerdo a los investigadores, los parches de petróleo que aún persisten en el área liberan suficiente cantidad de hidrocarburos como para ocasionar problemas crónicos que afectan a diversas especies marinas.

CONSECUENCIAS DE UN DESASTRE

Como resultado del derrame del Exxon Valdez, muchas especies han sufrido pérdidas de largo alcance. Por ejemplo, la exposición crónica al petróleo en las bocas de las corrientes aumentó la mortalidad de huevos y crías de salmón rosa durante al menos cuatro años después del derrame.

Algunos asentamientos de crustáceos, podrían tardar más de 10 años en recuperarse de los efectos negativos ocasionados por el derrame, ya que todavía queda petróleo en diversas playas y lugares rocosos.

De acuerdo a Peterson, quien junto a su equipo cavó cerca de mil hoyos en las playas cercanas al derrame, “el petróleo encontrado se mantiene en iguales condiciones que unas semanas después de ocurrido el desastre ecológico, hace más de una década atrás”.

Peterson agregó que “las nutrias marinas que excavan la arena en busca de alimento, están removiendo gradualmente estos restos de petróleo y por lo tanto, están expuestas a los efectos negativos del combustible”.

“Estos resultados requieren una reconsideración total de las evaluaciones de fundamentos del riesgo ecológico y de la ecotoxicología porque la mortalidad aguda debida al petróleo implica concentraciones que pueden llegar a ser 1.000 veces mayores”, señala el estudio. “Experimentos anteriores supusieron erróneamente que las menores concentraciones de petróleo eran inocuas”, señala el documento, “lo que ahora se demuestra que no es cierto”.

El derrame del Exxon Valdez ha pasado a la historia como el peor desastre ecológico ocurrido en aguas norteamericanas, ocasionando la muerte de al menos 250 mil aves y miles de mamíferos marinos.

En 1994, una corte de Estados Unidos ordenó a la compañía petrolera Exxon, pagar cinco billones de dólares en multas punitivas, la cual fue posteriormente reducida a mil millones. Sin embargo y a pesar de ser responsable de uno de los mayores desastres ecológicos, la compañía Exxon mantiene una apelación contra dicha multa.

Fuente: ABC News Online