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Análisis genéticos justifican mantención de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas

Japón. 24 de Julio de 2003 – Relatos de ingleses que abandonaron su país en busca de nuevas oportunidades en América del Norte, dan cuenta de “multitudes de ballenas en la bahía de Cabo Cod (EE.UU.) cuyos soplidos semejaban el humo de chimeneas, blanqueando y espumando las aguas a su alrededor”.

En aquella época las ballenas abundaban, pero sus números decrecieron continuamente durante los siguientes siglos y desde 1900 sus poblaciones prácticamente desaparecieron después del inicio de la ballenería comercial. Para 1970 algunas especies de ballenas se encontraban al borde de la extinción.

Actualmente, los científicos estiman que el número de ballenas azules y jorobadas del hemisferio sur son sólo una fracción de la población original.

MENOS BALLENAS MáS CONFLICTOS

A pesar que las blancas y espumosas aguas han desaparecido junto con las ballenas, las reuniones anuales de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se asemejan cada día más al torbellino producido por lo gigantes marinos en el siglo XVII.

La 55ta reunión de la CBI realizada el pasado mes de junio en Berlín, Alemania, finalizó en medio de fuertes controversias cuando el Comisionado de Japón, Minoru Morimoto amenazó con abandonar la Comisión luego que se aprobara, por mayoría de votos, la creación de un Comité de Conservación para los cetáceos.

Después de finalizada la reunión de Berlín, las declaraciones de la prensa japonesa afirmaban que “el debate entre las naciones balleneras y las conservacionistas parecieran haberse estancado, ya que éstos rechazan las descubrimientos científicos que demuestran claramente que las poblaciones de ballenas están aumentando”.

Si bien algunas poblaciones de ballenas podrían estar aumentando, el problema detrás de la caza comercial es más complejo y habría que preguntarse si las poblaciones actuales de ballenas son lo suficientemente abundantes como para sostener su explotación comercial.

La CBI establece que “no deben capturarse animales de aquellos stocks que se encuentren bajo el 54% de la capacidad de carga estimada”. La capacidad de carga estimada corresponde al número de ballenas (o cualquier otra especie) que un área determinada puede sustentar.

Pero en el caso de las ballenas, es difícil estimar efectivamente la capacidad de carga debido al impacto negativo ocasionado por las actividades balleneras durante los últimos 200 años y a las dificultades obvias que se presentan cuando se desea observar estos animales en su hábitat natural.

RELOJ BIOLOGICO DE LAS BALLENAS

Pero recientes investigaciones genéticas indican que las poblaciones de ballenas del Atlántico Norte eran mucho mayores que lo estimado previamente. Para llegar a esta conclusión los científicos Joe Roman, de la Universidad de Harvard y Steve Palumbi del Dp. de Ciencias Biologícas de Stanford, utilizaron variaciones en ADN mitocondrial para estimar el tamaño poblacional de ciertas especies de ballenas en el pasado.

Los científicos descubrieron que las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), de aleta (Balaenoptera physalus) y minke (Balaenoptera acutorostrata) del Atlántico Norte, presentaban variaciones genéticas superiores a lo estimado anteriormente, sugiriendo que el tamaño poblacional de las tres especies era mucho mayor.

De acuerdo a los científicos, los registros históricos utilizados para estimar las poblaciones de ballenas en el pasado se basan en información provenientes de bitácoras de naves balleneras. Para Roman y Palumbi “estos registros podrían estar incompletos, intencionalmente alterados o sin contabilizar el número de animales heridos y perdidos” (animales que después de ser arponeados no pueden ser recuperados).

Los análisis mitocondriales de ADN permiten a los científicos obtener una visión de la diversidad genética de las especies de ballenas. El ADN mitocondrial se transmite sólo a través de la línea materna; Roman y Palumbi observaron las mutaciones presentes en el ADN mitocondrial para construir una especie de “reloj biológico” que les permite estimar el número de ballenas de poblaciones pasadas.

Los resultados son sorprendentes. Las estimaciones para las ballenas de aleta y jorobada demostraron ser entre 6 y 20 veces mayores a cálculos realizados anteriormente para estimar el número de ballenas antes de la ballenería industrial.

Para Roman y Palumbi “estos nuevos descubrimientos indican que las ballenas jorobadas y de aleta se encuentran muy lejos de soportar operaciones balleneras. De acuerdo a los científicos, las ballenas minke se encontrarían más cerca del límite poblacional.

Palumbi agregó que “la implicancia clave de nuestras estimaciones es que hemos olvidado que existían grandes números de ballenas y nos hemos acostumbrado a observar océanos donde las ballenas son escasas. No deberían ser escasas, pero continuarán siéndolo si las explotamos y mantenemos sus poblaciones reducidas”.

AMENAZA DE LA CAZA COMERCIAL

Sobre las argumentaciones japonesas que afirman que la industria pesquera se encuentra en crisis porque las ballenas estarían sobre consumiendo los recursos marinos, Palumbi afirma que “si los océanos fueron una vez el hogar de millones de ballenas, entonces el número actual de ballenas es tan pequeño que probablemente tendría un impacto poco significativo en las poblaciones de peces”.

Para Palumbi, el problema de la caza comercial de ballenas como fuente de alimento radica en que las operaciones balleneras se fundamentan en información insuficiente y conjeturas inciertas. Palumbi concluye que “los resultados genéticos sugieren que las estimaciones previas sobre el número histórico de ballenas son muy errados y estas discrepancias deben ser clarificadas”.

La decisión sobre la creación de un Comité de Conservación para los cetáceos durante la última reunión de la CBI fue recibida con frustración por Japón, Noruega e Islandia. Estas naciones afirman que la CBI no tiene competencia sobre los temas relativos a la conservación.

Sin embargo, el objetivo de la CBI es asegurar el uso sustentable de las poblaciones de ballenas; y de acuerdo a los nuevos descubrimientos científicos, la CBI estaría cumpliendo con este objetivo al mantener la moratoria sobre la caza comercial de todas las especies de ballenas.

Fuente: The Japan Times