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El desafío ambiental del siglo XXI

Por David Suzuki, junio 13 de 2002 – ¿Cuál es el mayor desafío ambiental del ser humano en el siglo XXI? ¿Calentamiento global, pérdida de la biodiversidad, sobreexplotación de los recursos o contaminación?

Nadie lo sabe realmente. Probablemente la suma de todas las anteriores. Pero empiezo a creer que uno de los más grandes desafíos es sobreponerse al hecho que las personas están cansadas de escuchar noticias depresivas sobre el medio ambiente.

La opinión científica preponderante actualmente es que estamos depredando aceleradamente muchos de los recursos de los cuales depende nuestro bienestar. Hemos escuchado una y otra vez variaciones sobre este tema, al punto de haberse convertido en una cuestión abrumadora. De hecho, muchas personas han dejado de poner atención; y la prensa ha dejado de informar sobre las más oscuras predicciones.

Con frecuencia, tanto especialistas como público critican los medios de comunicación por concentrarse en noticias negativas. Pero creo que el problema real no es el enfoque negativo sino el conflicto y la controversia generado alrededor de él, especialmente en la ciencia.

Por ejemplo, mientras un 99% de los investigadores especializados en climatología opinan que el calentamiento global es un problema grave que debería ser tratado, la prensa suele concentrarse en el pequeño porcentaje que no está de acuerdo.

Permítanme brindarles otro ejemplo. Hace pocos meses un estadista Europeo editó un libro donde declara que el medioambiente global se encuentra saludable, e incluso asevera, que está mejorando. El autor afirma que los científicos, ambientalistas y ciudadanos preocupados del medioambiente están equivocados, porque simplemente no entienden la naturaleza como él lo hace. A pesar que el autor no es un experto en el área y que ha sido duramente criticado por sus pares, se ha convertido en un personaje popular de la prensa, apareciendo frecuentemente en revistas, diarios y televisión.

Pero, ¿por qué es tan popular entonces? Simple, su discurso disminuye nuestra culpa frente a los problemas ecológicos. Como un vendedor de tónicos milagrosos, este personaje viaja por el mundo contándonos la historia que preferimos escuchar y haciéndonos sentir mejor acerca de nosotros y del mundo.

En contraste, el informe del Programa Ambiental de las Naciones Unidas “El Estado del Medio Ambiente: Pasado, Presente y Futuro?” editado la semana pasada, es bastante deprimente. De acuerdo al informe, si continuamos la tendencia actual de colocar “el comercio primero” y priorizar el crecimiento económico sin restricción, un 55% de la población mundial sufrirá escasez de agua – en grados moderado a severo – en el año 2032. También habrán desaparecido para siempre 11.000 especies de plantas y animales, incluyendo ¼ de todos los mamíferos.

El informe es bastante completo y ofrece una variedad de posibles escenarios futuros, los cuales fueron entregados por más de mil científicos alrededor del mundo. Sin embargo, esta preocupante noticia no ha llamado mayormente la atención de la prensa. Obtuvo un titular como el “Depresivo Día para el Medio Ambiente”, pero desapareció rápidamente en los temas de menor importancia.

¿Cómo podemos permitir esto? ¿Seremos una sociedad cínica que esconde la cabeza en la arena cuando se trata de problemas ambientales y la saca sólo cuando el analgésico mensaje de un estadista escandinavo nos aconseja no preocuparnos?

Personalmente, odio las noticias deprimentes al igual que todo el mundo. Últimamente, en ocasiones me dedico a buscar noticias ambientales positivas, sólo para aferrarme a una esperanza futura. Existen muchos ejemplos de individuos, empresas, organizaciones y gobiernos trabajando a favor de un futuro sustentable. Inclusive el informe de las NU señala que todavía es tiempo de cambiar.

Sólo necesitamos dejar de ignorar las malas noticias y tomar las medidas necesarias para evitar el destino que tanto nos molesta escuchar.

 

Fuente:Environmental News Network