Shimonoseki, Japón, 24 de Mayo de 2002 – El comisionado de Japón, Masayuki Komatsu, declaró que su gobierno se opuso al ‘doble estándar’ de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) cuando rechazó otorgar las cuotas de caza aborigen a comunidades de Alaska y Rusia.
Un día antes de presentarse la propuesta para renovar los permisos de cuotas de caza de subsistencia aborigen, Japón presentó por 14to año consecutivo la propuesta para establecer una cuota de caza comercial costera de 50 ballenas minke del Pacífico Norte al año; argumentando que la moratoria impuesta en 1986 ha afectado económicamente diversas comunidades costeras que solían depender de la ballenería. Pero al igual que todos los años anteriores, la propuesta fue rechazada por la mayoría de los miembros de la Comisión, causando el enfurecimiento de la delegación japonesa.
Al día siguiente, Estados Unidos y Rusia presentaron una propuesta para renovar los permisos de cuotas de caza aborigen de 280 ballenas francas de Groenlandia por un periodo de cinco años para las comunidades nativas de Alaska y Rusia; la cual históricamente ha sido aceptada desde que la Comisión estableció regulaciones para conservar las poblaciones de ballenas, hace aproximadamente 30 años. |
Este año, la propuesta no alcanzó el consenso de la Comisión debido a la negativa de Japón y sus aliados, por lo que tuvo que ser sometida a votación, sin alcanzar el 75% de los votos necesarios para ser aceptada.
Tras el fallo, la Comisión se reunió en dos oportunidades a puerta cerrada para intentar llegar a un acuerdo, el cual no logró ser alcanzado. En un último intento por obtener cuotas de caza comercial costera, Japón propuso durante el último día de sesión, aceptar las cuotas de caza de ballena franca de Groenlandia si se realizaba una enmienda a la propuesta que incluyera una cuota de 25 ballenas minke del Pacifico Norte con fines comerciales. La solicitud fue rechazada por simple mayoría y se realizó la última votación sobre captura de ballenas francas de Groenlandia la cual nuevamente no logró el número de votos necesarios para ser aceptada.
Sin embargo las negociaciones privadas resultaron finalmente en la aprobación de otras tres propuestas de cuotas de caza aborigen: 206 ballenas de aleta al año para los nativos de Groenlandia, cuatro ballenas jorobadas para las islas caribeñas de San Vicente y Granadinas y 124 ballenas grises para los nativos de las comunidades Chukotka de Rusia y Makah de EE.UU.
A pesar de la gran presión ejercida por Japón y sus naciones aliadas, el resultado de la reunión fue desfavorable para el bloque ballenero, quienes no lograron obtener el apoyo suficiente para implementar propuestas como el establecimiento del voto secreto, la finalización del Santuario Ballenero del Océano Indico, la creación de una nueva categoría de caza comercial costera de ballenas y el levantamiento de la moratoria a la caza comercial impuesta en 1986.
En conclusión, el verdadero resultado de las discrepancias, corrupciones y manipulaciones políticas, es que la reunión anual de la CBI se cerró con un mayor número de ballenas cazadas anualmente.