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Ballenas azules observadas desde el Espacio

Hawai, EE.UU. 22 de Febrero de 2002 – Ballenas que migran más de 20 mil kilómetros en un periodo de 10 meses, es uno de los descubrimientos recientemente presentados en la Unión Americana de Geofísica, realizada en Hawai durante el pasado mes de Febrero.

Desde 1993, científicos norteamericanos han desarrollado tecnología satelital para marcar y seguir el desplazamiento de las ballenas azules que se encuentran fuera de la costa de California (EE.UU). Actualmente, los investigadores se encuentran reuniendo información de unos 15 a 20 individuos de esta especie gracias a la nueva tecnología digital.

Los satélites colocados en los animales marcados pueden enviar información durante 300 días aproximadamente, lo que ha permitido sorprendentes descubrimientos. Uno de ellos es que las ballenas azules viajan grandes distancias a altas velocidades, cambiando rápidamente de áreas de alimentación durante todo el año.

Los científicos esperan que los resultados obtenidos ayuden a determinar con exactitud las áreas de alimentación y crianza de las ballenas azules, como también conocer las rutas utilizadas por los animales para llegar a estas zonas. Una vez obtenidos los resultados, se evaluará el estado de conservación de las áreas de alimentación y crianza, esenciales para la existencia de la ballena azul, con el fin de regular las actividades humanas en la zona y proteger a una de las especies de ballena en mayor peligro de extinción.

Las ballenas azules pueden alcanzar 30 metros de largo y 100 toneladas de peso, siendo el animal de mayor tamaño en la historia de nuestro planeta. A pesar de sus gigantescas dimensiones, las ballenas azules se alimentan de pequeños crustáceos llamados krill.

Los estudios realizados han demostrado que las ballenas azules no pierden tiempo en zonas de alimentación de baja densidad, desplazándose rápidamente de un área de alta densidad a otra. Esto les permite reunir grandes reservas de grasa que son vitales para sobrevivir periodos de escasez de alimento, como el ocurrido en 1998 durante el fenómeno de El Niño.

Fuente: UPI