22 de Marzo de 2010 – Tras recibir recientemente el máximo galardón de la academia cinematográfica norteamericana (Oscar) al mejor documental del año, el equipo de The Cove, liderado por Louie Psihoyos, denunció la venta ilegal de carne de ballena sei en un restaurante de Estados Unidos, generando un escándalo internacional debido a que las ballenas se encuentran protegidas de la caza y el comercio internacional por tratados internacionales.
Una declaración emitida por el recinto afirma que “The Hump cierra sus puertas con la esperanza de ayudar a crear conciencia sobre los efectos negativos que la caza ilegal de ballenas tiene en la preservación de los ecosistemas marinos y sus especies”. El comunicado agrega que el cierre del restaurante constituye un auto castigo que se sumará al pago de las multas por violación a las regulaciones vigentes en esta materia y que sus dueños harán contribuciones significativas a las organizaciones de conservación de ballenas y especies marinas.
Al respecto Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetacea, afirmó que “acciones ejemplificadoras como éstas revelan que la conservación de ballenas es un tema prioritario en la sociedad. Sin embargo podrían no replicarse a partir del próximo año si la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decide adoptar un acuerdo que incluye eliminar la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, legitimar la denominada “caza científica” de ballenas y aumentar el comercio internacional de estos mamíferos marinos”.
A inicios de Marzo, diversos países miembro de la CBI se reunieron en La Florida (EE.UU) con el fin de analizar una propuesta elaborada bajo el mando del comisionado chileno y actual presidente de la CBI, Cristián Maquieira, que busca reformar el trabajo de la CBI. En dicha oportunidad la propuesta fue duramente criticada por las ONG de América Latina presentes en la reunión que ven cómo los intereses de conservación y turismo de avistaje de ballenas fueron simplemente ignorados a favor de medidas que reanudarán, de manera indefinida y bajo reprobables parámetros de manejo y fiscalización, la caza y el comercio de ballenas.
Cabrera agregó que la propuesta de la CBI, sobre la cual de debe adoptar una decisión el próximo mes de junio, está siendo analizada por los gobiernos de la Comisión en medio de crecientes evidencias sobre el tráfico ilegal de carne y productos de ballena.
A la denuncia realizada por Psihoyos y su equipo se suman las exportaciones ilegales de carne y productos de ballena de aleta hacia Letonia y Dinamarca, dos naciones miembro de la Unión Europea. Mientras que las autoridades de Letonia se han comprometido a investigar el caso, en Dinamarca se habría descubierto que las importaciones incluyen concentrado o “pienso de ballena” que sería utilizado para abastecer de alimento a la industria del cerdos y cecinas danesas. Para Cabrera “las denuncias evidencian lo difícil que es fiscalizar la caza y comercio ilegal de ballenas, incluso bajo las estrictas medidas que protegen a las ballenas actualmente, por lo que el debilitamiento de la CBI a través de la adopción una propuesta que a todas luces es desbalanceada e inmadura, augura un futuro oscuro para estos gigantes marinos”.