09 de Abril de 2003 (CCC/Ecocenos News) – Después de una controvertida votación realizada el pasado mes de octubre en Cambridge, Inglaterra, Islandia se reincorporó a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) a pesar de mantener una reserva a la moratoria que prohíbe la caza comercial de todas las especies de ballenas.
En dicha oportunidad, el gobierno de Islandia prometió que no reanudaría la caza de ballenas hasta después del año 2006. Sin embargo, el gobierno de Islandia anunció recientemente que presentará durante la próxima reunión de la CBI – a realizarse el próximo mes de junio en Alemania – una propuesta para desarrollar un programa de “caza científica”.
De acuerdo a informes de prensa islandeses, la caza científica se iniciaría este mismo año, aunque todavía no existe una confirmación oficial al respecto. El programa incluiría la captura de 100 ballenas de aleta (Balaenoptera physalus), 100 ballenas minke del hemisferio norte (Balaenoptera acutorostrata) y 50 ballenas sei (Balaenoptera borealis).
BAJO EL PARAGUA DE LA “CAZA CIENTIFICA”
Bajo las regulaciones de la CBI, los gobiernos pueden presentar propuestas para desarrollar la caza científica de ballenas, las cuales son evaluadas por el Comité Científico de la CBI. Sin embargo, ni el Comité Científico ni los miembros de la Comisión pueden autorizar o vetar las propuestas, ya que la Convención permite a los gobiernos emitir permisos especiales de caza científica sin el consentimiento de la mayoría de los países miembro de la CBI.
Esta no es la primera vez que Islandia desafía la moratoria acordada por la mayoría de los miembros de la CBI, incluido dicho país. Después que la moratoria entró en vigencia en 1986, Islandia inició ese mismo año un programa de caza científica que se extendió hasta 1989 y que incluía la captura de 80 ballenas de aleta y 40 ballenas sei al año. En 1991, Islandia abandonó la CBI en protesta por la moratoria que alguna vez había apoyado.
VÍNCULOS COMERCIALES ENTRE JAPóN E ISLANDIA
A pesar que Islandia presentará una propuesta de caza científica, el gobierno no oculta que la naturaleza del programa es básicamente comercial . El Ministro de Pesca de Islandia, Arni Matthiesen declaró que el factor más importante en la reanudación de la actividad ballenera es lograr un acuerdo con Japón para exportar los productos obtenidos a través de la caza científica.
Otra señal de las intenciones comerciales de Islandia es que el mercado local de carne y productos de ballena es muy pequeño como para comercializar los productos de 250 grandes ballenas.
De acuerdo a Matthiesen, los objetivos del programa de caza científica son conocer los hábitos alimenticios de las ballenas, su distribución y numero poblacional. Sin embargo, la comunidad ambientalista internacional argumenta que esta información puede obtenerse a través de metodologías no letales y que los resultados relativos a los hábitos alimenticios de las ballenas sólo serán utilizados para apoyar la propaganda del gobierno japonés acerca de la necesidad de cazar ballenas para proteger los recursos pesqueros.
ESTADO DE CONSERVACION
A pesar que el gobierno islandés afirma que las poblaciones de ballena de aleta, sei y minke son abundantes, las dos primeras especies se encuentran clasificadas en peligro por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), mientras que la ballena minke se encuentra actualmente protegida por la CBI.
Por otra parte, el Comité Científico de la CBI ha declarado que las estimaciones de las poblaciones de ballena del Atlántico Norte son inciertas.
RECHAZO DE LOS OPERADORES DE TURISMO
Las intenciones de Islandia no sólo han ocasionado la indignación de la comunidad ambientalista internacional, sino también en la creciente industria del turismo de observación de ballenas que desarrollado en el país.
En 1991 Islandia inició actividades de turismo de observación de ballenas (TOC o whalewatching en inglés) con un número aproximado de 100 visitantes al año. Desde 1994 a 1998, el número de visitantes aumentó aproximadamente 251% al año, colocando a Islandia como el segundo país con mayor crecimiento de TOC a nivel mundial.
A pesar que durante los últimos ocho años el crecimiento del TOC en Islandia ha aumentado más que cualquier otra actividad turística, algunos miembros del Parlamento y antiguos empresarios balleneros continúan presionando para reanudar la caza comercial de ballenas.
Ante las intenciones balleneras del gobierno, los operadores de turismo islandeses se han organizado para formar la Asociación de Operadores de Turismo de Observación de Ballenas (WWAI por sus siglas en inglés) con el objetivo de promover las ventajas del uso no letal de las ballenas. De acuerdo a ásbjörn Björgvinsson, presidente de WWAI, “la reanudación de la caza de ballenas tendrá un efecto negativo en la industria del TOC de Islandia, especialmente para las amistosas ballenas minke, ya que se acercan frecuentemente a las embarcaciones de turismo y por lo tanto también se acercarán a las embarcaciones balleneras”.
REACCIONES NACIONALES
Para Elsa Cabrera, directora de Centro de Conservación Cetacea, “la propuesta islandesa no solo es innecesaria y carece de legitimidad científica, sino que también es una grave amenaza al creciente desarrollo del turismo de observación de ballenas en ese país, el cual ha beneficiado social, cultural y económicamente a las comunidades que lo desarrollan”. Cabrera agregó que, “deseamos hacer hacemos un llamado a la comunidad internacional – y especialmente a los miembros de la CBI comprometidos con el no letal de la ballenas – para que expresen su rechazo a esta iniciativa”.
Fuentes: WDCS