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Miles de delfines continúan muriendo anualmente en redes atuneras

Washington, Estados Unidos. 05 de Diciembre de 2002 – Un informe realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, organismo dependiente del Departamento de Comercio de ese país, revela que aproximadamente tres mil delfines mueren cada año debido a las flotas atuneras operantes al este de México y América Central en el Océano Pacífico.

De acuerdo al informe, cerca de seis millones de delfines fueron aniquilados por las flotas atuneras en el pacífico oriental desde 1950 y agrega que a pesar que la tasa de mortalidad ha disminuido significativamente durante los últimos años, no existe información acerca de la recuperación de las poblaciones de delfines afectadas, concluyendo que “existe poca evidencia de recuperación y se mantiene la preocupación sobre cómo la práctica de perseguir y encerrar delfines pudiera afectar la habilidad de recuperación de las poblaciones”.

El informe preparado por científicos del Servicio Nacional de Pesca de EE.UU. revela que miles de delfines, especialmente crías, continúan muriendo en redes atuneras de flotas mexicanas, venezolanas y colombianas, entre otras.

Publicación del Informe Secreto

El miércoles 4 de diciembre, la organización ambientalista Earth Island Institute (EII) obtuvo e hizo público el informe, afirmando que la administración Bush no desea divulgar el contenido ya que minaría los intentos del gobierno norteamericano de permitir a México y a otros países latinos rotular las latas de atún con el sello “seguro para el delfín” (Dolphin Safe en inglés).

El año pasado, una corte judicial de Estados Unidos rechazó una solicitud federal para reducir los estándares que deben cumplir las compañías atuneras para rotular la carne de atún enlatada. En años recientes, industrias procesadoras de Estados Unidos, Canadá y diversos países europeos han declarado que no comercializarán atún a menos que los métodos de captura no representen una amenaza para los delfines.

De acuerdo a David Phillips, Director del Proyecto Internacional de Mamíferos Marinos de EII: “esta es la primera vez que las autoridades de gobierno reconocen la muerte masiva de crías de delfines cuando son separadas de su madre durante la persecución y captura del atún”. Phillips agregó que: “A la luz de la información entregada por el informe, el Secretario de Comercio tendría que desafiar la ciencia, el sentido común y la ley actual para debilitar los estándares federales de EE.UU. que otorgan el sello “seguro para el delfín”.

El Secretario de Comercio deberá decidir a finales de diciembre si la persecución y captura temporal de delfines ocasiona “significativos impactos negativos” en las ya devastadas poblaciones de delfines.

Contenido del Informe

El informe secreto, que contiene la información reunida por el gobierno de EE.UU. durante una investigación conducida entre 1997 y 2002, afirma que:

– A pesar de la disminución del número de delfines muertos en las redes atuneras, las poblaciones continúan seriamente diezmadas. La población de delfines rotadores del Este se mantiene en un 35% de su población original, mientras que la población pelágica de delfines moteados del Noreste se mantiene en un 20% de la población original;

– los delfines NO se están recuperando como se esperaba y las poblaciones podrían estar declinando. Uno de los análisis revela que la población de delfines rotadores del Este podría tardar 65 años en recuperarse, mientras que la población pelágica de delfines moteados del Noreste podría tardar 78 años en recuperar su población;

– la tasa de mortalidad ocasionada por la separación de crías dependientes de su madre durante el proceso de persecución y captura es aproximadamente un diez y 15% más alto que lo registrado previamente;

– las redes de captura son utilizadas sobre las escuelas de delfines 7500 veces AL AÑO, resultando en la persecución de 9.3 millones de delfines AL AÑO y la captura temporal de 2.3 millones de delfines AL AÑO. El informe agrega que el estrés fisiológico (responsable de la disminución del número de nacimientos, problemas de salud y muerte de los delfines) podría ser una de las causas que explicarían por qué las poblaciones no se están recuperando.

Fuente Noticia: Earth Island Institute

ANTECEDENTES
En los últimos años de la década de los 50, en el Océano Pacífico Oriental (OPO) los pescadores norteamericanos comenzaron a utilizar grandes redes de cerco para capturar atún de aleta amarilla, una especie asociada con ciertas especies de delfines.Millones de delfines murieron durante las maniobras de alzado de las redes hasta que en 1972, el Congreso de EE.UU. aprobó el Acta para la Protección de los Mamíferos Marinos, el cual establece estándares de equipamiento en la pesquería de cerco con el fin de reducir la tasa de mortalidad de delfines.A principio de los años 70 la mortalidad de delfines alcanzaba un número cercano a los 300.000 individuos anualmente y en 1977 ésta se redujo a 25.450 ejemplares al año. Pero a partir de 1980, la entrada de flotas atuneras de otros países (particularmente de México) aumentó nuevamente las cifras de mortalidad a más de 100.000 delfines en 1986.

En Abril de 1990, tres importantes empresas atuneras de los EE.UU. (Starkist, Bumble Bee y Vancamp Sea Food) anunciaron que no comprarían atún capturado por flotas que utilizasen la técnica de persecución y captura sobre cardúmenes mixtos atún-delfín. Los resultados de esta desición ocasionaron que:

1. Se estableciera la categoría de atún “seguro para el delfín” (dolphin safe) para aquel atún que no había sido capturado por métodos que incluyeran la mortalidad de mamíferos marinos;

2. la flota americana abandonó el OPO para pescar en el Pacífico Central y Este; y

3. en 1992 el Congreso americano promulgó el Acta de Información al Consumidor sobre la Protección del Delfín, la cual prohíbe vender, comprar, transportar o importar a los EE.UU. todo aquel atún que no puede certificar que cumple con los estándares “seguro para el delfín”. Como consecuencia se establecieron embargos contra todos aquellos países que pescaban o procesaban atún en asociación con delfines, como México, Colombia, Panamá y Venezuela.

Fuente:ECOWEB Galicia