Orca Pigmea
Nombre científico:
Feresa attenuata
Otros nombres comunes:
Su cuerpo es robusto adelgazándose en la parte posterior a la aleta dorsal. Su cabeza es redonda, carente de hocico y el maxilar se extiende por sobre la mandíbula. La aleta dorsal es alta, puntiaguda, falcada y se ubica ligeramente atrás del punto medio del cuerpo. Las aletas pectorales son largas y redondeadas en la punta. Su coloración es gris oscura, con los flancos y una marca en el pecho en forma de W más claros. Además los labios y una amplia zona del vientre son de color blanco. Puede medir entre 2,1 y 2,6 m y pesar entre 110 y 170 Kg.
La dieta de esta especie se compone principalmente de calamares, pulpos y peces grandes como el atún y el pez dorado, además de cazar otros mamíferos marinos como focas, lobos marinos y pequeños cetáceos. Estudios indican que los machos alcanzan la madurez sexual alrededor de los 2,5 m y las hembras cerca de los 2,2 m. Al nacer una cría puede medir 80 cm de largo.
Por lo general, se ven en grupos de entre 12 y 50 individuos, aunque se han observado grupos de más de 100. Se les puede ver flotando en superficie, aunque al huir nadan bastante rápido. Pueden saltar fuera del agua y no suelen acercarse mucho a las embarcaciones. Es una especie bastante agresiva y en cautiverio pueden atacar al ser humano, así como a otras especies de cetáceos cautivas.
Es un cetáceo con una distribución tropical y subtropical que habita las aguas oceánicas alrededor del mundo generalmente entre 40°N y 35°S. No es común verla cercana a la costa, excepto en algunas áreas más profundas. Es dudosa su presencia en el Mediterráneo, Mar Rojo o el Golfo Pérsico.
En Chile se asociaría su presencia a la zona norte del país.
No existe una estimación de la población mundial. Sin embargo, en el Pacífico Tropical Este se estima que existen cerca de 38.900 individuos, en Hawai alrededor de 817 y en el golfo de México aproximadamente 408 individuos.
La orca pigmea aún es cazada para consumo de carne y grasa en algunos lugares, principalmente Japón y Sri Lanka (antigua Ceilán), donde anualmente mueren entre 300 y 800 animales. Otro número muere enmallado en redes de pesca, incluyendo atuneras, y algunos ejemplares continúan siendo capturados para la industria del cautiverio sin éxito a largo plazo debido a su agresiva conducta.