A partir de hoy y durante dos días se reunirán en Londres, Reino Unido, representantes de gobierno de los países conservacionistas de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), conocido como países afines, con el fin de articular estrategias con miras a la 64ta reunión anual de este organismo internacional que se realizará el próximo mes de julio en Panamá.
La reunión, que contará con la participación de representantes de gobiernos latinoamericanos que son miembro de la CBI, conocido como Grupo Buenos Aires (GBA), generó la oportunidad para que más de 50 organizaciones de la región e internacionales, enviaran una carta con propuestas a sus gobiernos que reflejan los intereses de la ciudadanía respecto a la conservación y uso no letal de los cetáceos.
En declaración enviada el viernes pasado a los miembros del GBA, las organizaciones expresaron su profundo interés que la reunión de Londres “cuente con la mayor participación de miembros del GBA, con el objetivo de obtener el apoyo y compromiso de los países afines a propuestas clave para el desarrollo sostenible de cientos de comunidades costeras de nuestra región, como la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur, la mantención permanente de la moratoria sobre la caza comercial y la modernización de la CBI como el organismo internacional encargado de la protección y uso no letal de los cetáceos en el siglo XXI”.
También destacaron la necesidad de defender los procesos democráticos al interior de la Comisión y rechazar cualquier intento de imponer el consenso como único mecanismo de decisión al interior de este organismo internacional. Al respecto, Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, afirmó que “este es un punto clave, toda vez que existe una minoría de países que buscan eliminar los procesos de votación que forman parte integral de la CBI desde su creación hace más de 60 años”. Cabrera agregó que de imponerse el consenso, países como Japón “tendrán todo el poder de bloquear la adopción de cualquier medida de conservación, como la propuesta para la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur”.
Otro punto destacado por las organizaciones es asegurar la presentación dicha propuesta como el primer punto de la agenda de trabajo en la próxima reunión anual de Panamá. Esto porque en 2011, las naciones balleneras, lideradas por el gobierno de Japón, abandonaron la sala de sesión y boicotearon la posible creación del santuario cuando la iniciativa, liderada por Brasil y Argentina, fue puesta a votación. Tras un largo debate sobre si había quórum para llevar adelante la votación, ésta se pospuso hasta la reunión de Panamá y la CBI acordó que este tema, fundamental para los intereses de los países del hemisferio sur, será el primer punto a ser abordado durante la próxima reunión anual en julio. Sin embargo, existen crecientes presiones para cambiar el orden de la agenda a favor de los intereses de los países que sabotearon la creación de esta importante área de protección de cetáceos.
Las organizaciones civiles destacan en su misiva a los gobiernos del GBA que la definición de quórum que será discutida en Panamá – a raíz del impasse generado por el bloque ballenero liderado por gobierno japonés en 2011 con el fin de boicotear la votación del santuario – no permita a los intereses balleneros tomar el control de la CBI y sea abordado sólo después de llevar a votación la propuesta para la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico sur. Esto porque los intereses de las naciones balleneras buscarían adoptar una definición de quórum que les permita repetir lo sucedido en 2011, es decir, abandonar la sala y sabotear cualquier propuesta de conservación que represente los intereses de uso no letal de las naciones latinoamericanas que conforman el GBA.
Las organizaciones llamaron al GBA a liderar la presentación de una contundente resolución en contra de la continuidad de la denominada “caza científica” de ballenas en el Océano Austral y condenar el componente militar que se ha incorporado esta última temporada, así como la falta de transparencia sobre las medidas de seguridad de la flota ballenera y el tipo de combustible con el cual opera la flota ballenera en la zona del Tratado Antártico.
De manera similar, las organizaciones solicitaron al GBA asegurar que la renovación de las cuotas de caza aborigen no perjudiquen la posible adopción, por votación o consenso, de la propuesta para la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur. Estas cuotas, otorgadas a comunidades árticas de Estados Unidos, entre otras, se evalúan cada cinco años y requieren del 75% de los votos de los miembros de la CBI para ser renovadas. Desde 2002 el gobierno de Japón ha utilizado su influencia en la CBI, mediante la compra de votos de diversos países de África y El Caribe, para obstaculizar la renovación de estas cuotas. Como resultado, Estados Unidos, ha debilitado sistemáticamente su política de conservación de cetáceos y durante los últimos años ha impulsado propuestas que buscan satisfacer los intereses del gobierno japonés como eliminar la moratoria sobre la caza comercial y hasta legitimar la matanza ilegal de ballenas en zonas designadas como santuarios.
Sobre un tema similar, las organizaciones solicitaron el GBA expresar su firme oposición a la renovación de la cuota de caza aborigen de ballenas jorobada, otorgada a Groenlandia en 2010. Esto porque dichas matanzas impactan directamente a ballenas de una población que es utilizada de manera no letal en República Dominicana y otras naciones del Caribe y porque Dinamarca (país que representa a Groenlandia en la CBI) no ha cumplido con ninguna de las condiciones estipuladas para el otorgamiento de esta controversial e innecesaria cuota de matanza de ballenas.
Las organizaciones también llamaron al GBA a rechazar cualquier propuesta orientada a revitalizar el proceso de negociación para definir el “futuro de la CBI” impulsado por Estados Unidos y que ha fracasado durante los últimos dos años toda vez que sólo busca acomodar los intereses de las naciones balleneras y amenaza seriamente la agenda de conservación y uso no letal del GBA.
Finalmente las organizaciones llamaron a rechazar cualquier propuesta que busque generar un “mercado de ballenas” donde las naciones conservacionistas tendrían que pagar a los países balleneros para no matar ballenas; coordinar esfuerzos para consolidar una real participación de la sociedad civil en todas las instancias de discusión de la CBI; oponerse a la adopción de resoluciones sobre seguridad en el mar que el gobierno de Japón utiliza políticamente para integrar elementos militares a la zona del Tratado Antártico; y velar por el respeto del bienestar animal en cada una de las acciones y procedimientos de gestión y conservación de los cetáceos.
Fuente: Centro de Conservación Cetacea