Con la asistencia de representantes de tan sólo 20 países se inició ayer en el puerto ballenero de Shimonoseki, Japón, un encuentro organizado por el gobierno de ese país con el fin de abordar estrategias para reanudar la caza comercial de estos mamíferos marinos.
La reunión anunciada inicialmente en Agosto, esperaba contar con la presencia de representantes de 40 países, luego de 28 y finalmente se ha iniciado sólo con 20, evidenciando un alto desinterés de las naciones en participar. De acuerdo a la agencia de Pesca de Japón, la reducida asistencia se habría debido a que varios países cancelaron súbitamente su asistencia.
El encuentro coincide con el retraso histórico de la flota de “caza científica” de ballenas en la Antártica, que históricamente parte entre el 06 y 19 de noviembre hacia las aguas del Santuario de Ballenas del Océano Austral. Sin embargo este año no ha podido zarpar todavía al parecer debido a la falta de una embarcación abastecedora de combustible. Esto porque en agosto pasado el buque petrolero contratado por el Instituto de Investigación de Cetáceos (ICR) de Japón, fue vendido por la compañía Daito Trading Co. debido a su antigüedad y existirían dificultades para conseguir una nueva nave ya que ninguna compañía querría verse involucrada con una actividad condenada por la comunidad internacional como es la matanza de ballenas.
Condena que no sólo se limita a las operaciones de matanza de animales que se encuentran protegidos a nivel global por la moratoria sobre la caza comercial, sino a las políticas coercitivas de Japón para imponer sus intereses balleneros. En junio pasado el diario británico Sunday Times realizó una investigación en video que demuestra que Japón soborna funcionarios ante la CBI del Caribe, África e Islas del Pacífico Sur con el fin de sumar países a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para que apoyen su política ballenera. El escándalo producido por la noticia coincidió con la realización de la reunión anual de la CBI en Marruecos y la cancelación de varios de los países involucrados en el reportaje a este encuentro internacional.
A pesar del rechazo internacional el gobierno japonés continúa invirtiendo esfuerzos en revitalizar la moribunda industria ballenera y durante el encuentro actual en Shimonoseki se abordarán, entre otros, la posible creación de una organización para la caza de ballenas.
Sin embargo, los intereses balleneros tendrán que enfrentar la creciente presión internacional que hasta la fecha ha sido exitosa para evitar el zarpe de la flota ballenera japonesa y ha mermado el interés de un significativo numero de países en la política ballenera nipona.
Fuente: CCC, The Japan Times