Santiago de Chile, 12 de Septiembre de 2008 (CCC News) – Con miras a la proxima reunión intersesional de la Comisión Ballenera Internacional que se realizará entre el 15 y 19 de Septiembre en Tampa (EEUU), más de una decena de organizaciones de América Latina entregaron un mensaje a los Comisionados de la región solicitando la modernización de este organismo internacional y la detención de los denominados programas de “caza científica” de ballenas.
A la carta adhirieron organizaciones especializadas en investigación no letal y conservación de cetáceos de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Panamá y Venezuela, quienes entregaron hoy, de manera simultánea, el texto a sus cancillerías respectivas.
La carta afirma que “en la nueva etapa que inicia la CBI es central definir de manera participativa e informada lo que los gobiernos y la comunidad internacional esperan del proceso de modernización, el que deberá impulsar profundos cambios que posibiliten a la CBI asumir de cara al siglo XXI las nuevas realidades políticas, ambientales y culturales que enfrentan la conservación y el manejo no letal de las poblaciones de cetáceos”.
La reunión intersesional se realiza en el marco de los acuerdos alcanzados durante la 60ma reunión anual de la CBI, realizada en Santiago de Chile en junio pasado, donde se formó un Pequeño Grupo de Trabajo (PGT) que se reunirá de manera intersesional con el fin de definir el futuro de la Comisión.
En relación a la moratoria sobre la caza comercial de ballenas que Japón, Islandia y Noruega buscan levantar con el objetivo de reiniciar la captura comercial de ballenas a nivel mundial, las organizaciones declaran en el texto que “históricamente la CBI sólo pudo cumplir con el objetivo de conservar las poblaciones de ballenas después de adoptada la moratoria demostrando que por sus características biológicas, estos mamíferos marinos son extremadamente vulnerables a los impactos generados por las operaciones balleneras”.
Al referirse a las operaciones de la denominada “caza científica” de ballenas realizadas por Japón, las organizaciones fueron enfáticas en advertir que éstas “no sólo representan una continua amenaza para la conservación de nuestras poblaciones de cetáceos, sino que revelan la urgente necesidad de avanzar hacia la modernización de una Convención que resulta anacrónica y sin capacidad de respuesta frente a las necesidades sociales y problemas ambientales del siglo XXI”.
Adicionalmente, las organizaciones solicitaron a los Comisionados “definir las recomendaciones para la 61ra reunión anual de la CBI entre las cuales se destacan cuatro puntos prioritarios como suspender todas las actividades de caza científica por constituir un mecanismo de presión que imposibilita generar un buen ambiente de negociación; eliminar las operaciones de caza cientifica en los Santuarios establecidos por la CBI y promover la creación de nuevos Santuarios, como el del Atlántico Sur; incorporar el término uso no letal de las ballenas en el estatuto de la Convención; asegurar el acceso a la información, transparencia y la plena participación de las organizaciones de la sociedad civil en los diversos procesos institucionales de la Comisión”.
Finalmente, las organizaciones expresaron que “nuestra instancia solidaria es para que el GBA lidere este proceso y finalmente, la CBI salga fortalecida y con una posición coherente con su futuro, el cual no tiene sentido si no hay futuro para las poblaciones de cetáceos”.
El texto fue firmado por la Fundación Cethus (Argentina), el Instituto de Conservación de Ballenas (Argentina), Centro Golfinho Rotador (Brasil), Projeto Baleia Franca (Brasil), Centro de Conservación Cetacea (Chile), Centro Ecoceanos (Chile), Fundacion Omacha (Colombia), Fundación Promar (Costa Rica), Asociacion de Biologia Marina (Guatemala), Club de Jóvenes Ambientalistas (Nicaragua), Comité Ballena Azul (Nicaragua), ASVEPA (Panamá), Fundacion Agua Clara (Venezuela), Sea Vida (Venezuela) y la Oficina Regional México, CA & El Caribe de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA).
Fuente: Centro de Conservación Cetacea