Con el apoyo unánime de los representantes de los 85 países que componen la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el comisionado de Chile, el embajador Cristián Maquieira, fue elegido presidente de este organismo internacional durante el último día de la sesión plenaria de la 61ra asamblea anual que se desarrolló esta semana en la isla portuguesa de Madeira.
La designación se produjo tras una intensa semana de trabajo en que la Comisión se enfocó en acordar los términos del segundo periodo de negociación para definir el futuro de la CBI, el cual se prolongará por doce meses más, hasta la próxima sesión de la asamblea general que se desarrollará en Marruecos.
Al respecto, se acordó mantener el Pequeño Grupo de Trabajo (PGT) establecido el año pasado en Santiago y crear un nuevo grupo, denominado Grupo de Apoyo (GA), que iniciará su trabajo mañana.
A diferencia del año pasado, las reuniones que sostendrá durante el año el PGT estarán abiertas a observadores acreditados, mientras que las del GA se realizarán sin la participación de la sociedad civil.
La misión del GA es generar una propuesta para definir el futuro de la CBI y la del PGT evaluar y discutir dicha propuesta con el fin de hacer los ajustes necesarios para llegar a la reunión de 2010 con un proyecto que pueda ser adoptado por consenso por los miembros de la Comisión.
La asamblea reconoció que los desafíos que enfrenta la CBI no son fáciles de resolver, pero la experiencia y capacidad negociadora del comisionado chileno, y desde hoy actual presidente de la Comisión, es una sólida base para construir acuerdos.
Durante su discurso de agradecimiento, el embajador Maquieira afirmó que su designación se entiende como “un reconocimiento a la labor y trayectoria que ha estado desempeñando la región latinoamericana, a través del Grupo de Buenos Aires, en las importantes tareas que tiene ante sí esta institución desde hace unos años”.
También expresó su profundo aprecio y gratitud al presidente saliente, el norteamericano William Hogarth, destacando su liderazgo, coraje y dedicación para construir el camino hacia una Comisión que refleje los intereses de todos sus miembros.
Maquieira agregó que “hace mucho tiempo que todas los temas sobre ambiente y naturaleza pasaron del ámbito de la ciencia a la ciudadanía. Las personas están involucradas en estos temas en una forma que ya no es sólo el reino y el lenguaje de la ciencia. Probablemente no existe otra institución internacional en el mundo donde esta situación sea tan evidente como la CBI”.
Al respecto agregó que “todos los que estamos aquí presentes representamos a nuestros gobiernos y seguimos sus instrucciones, pero también representamos las esperanzas y expectativas de nuestras respectivas ciudadanías en la conservación de las ballenas y esto en sí mismo es una responsabilidad adicional”.
Sobre los desafíos que enfrentará en su nuevo cargo, Maquieira declaró que “la comunidad internacional está observando nuestro trabajo. Así como en el pasado hemos sido la causa de constantes desilusiones y arrepentimientos, ahora estamos dando los primeros pasos de un difícil viaje hacia el objetivo de unirnos alrededor de una visión común para la CBI. Tenemos una tarea enorme y el resultado que buscamos es en ningún caso evidente o certero. Pero existen lecciones que aprender de otras situaciones internacionales que por décadas han permanecido paralizadas por divisiones y acrimonias, pero que hoy han renovado su sentido de existencia”.
Respecto a las expectativas del nuevo proceso de negociación, se refirió la dificultad que todas partes obtengan lo que quieren, afirmando que “habrán componentes en el acuerdo final que serán individualmente difíciles de aceptar, que esperanzadoramente serán más aceptables por las beneficios colectivos del resultado final”.
Agregó que cuentan con el mandato, los órganos subsidiarios y una agenda definida para alcanzar este resultado.
En relación a la forma de trabajo de la Comisión y la restrictiva participación de la sociedad en la civil en este organismo, afirmó que “existe un amplio espacio para mejorar los procedimientos y los enfoques de la organización que parecieran no tener otra justificación que la inercia y la implementación de prácticas históricas”.
Agregó que “existe la necesidad de actualizar significativamente estos temas, colocar a la CBI en línea con prácticas internacionales actuales, nuevos programas de trabajo y las necesidades de sus participantes, incluida la sociedad civil”.
Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea y observadora acreditada en la presente reunión, afirmó que “la elección unánime del embajador Maquieira como presidente de la CBI es un reconocimiento a los significativos avances que ha hecho Chile y los países del Grupo de Buenos Aires en materia de conservación de cetáceos así como a la capacidad de nuestra región de encontrar puntos de acuerdo que le permitan a la CBI enfrentar exitosamente los desafíos que tiene por delante y cumplir efectivamente con su mandato de conservar las poblaciones de ballenas para las generaciones futuras”.
Cabrera concluyó diciendo que “al igual que en otros foros internacionales, la participación activa de la sociedad civil bajo estándares modernos de apertura y transparencia es un elemento clave para garantizar que el proceso liderado por el nuevo presidente cuente con el respaldo y entendimiento de los millones de personas que siguen atentamente los resultados del mismo”.
Fuente: Centro de Conservación Cetacea