Una propuesta negociada en la reunión de tres días en Roma, bajo exclusión de los medios, debería hacer que Japón suspenda su captura con fines “científicos” de cetáceos en la Antártica lo que abriría la posibilidad a la cacería comercial de estos mamíferos marinos.
Un compromiso de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) podría autorizar a Japón la caza de ballenas en aguas costeras, informó hoy la Sociedad de Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS).
La propuesta debería hacer que Japón suspenda su captura con fines “científicos” de cetáceos en la Antártica que ejecuta desde la adopción en 1986 de la moratoria mundial a la cacería comercial de ballenas.
Aprovechando un vacío legal, Japón ha capturado miles de estos mamíferos marinos ante el repudio de la comunidad internacional.
Ahora Japón quiere lograr que se autorice una cuota de captura de ballenas en aguas costeras para el consumo local.
Un grupo de trabajo deberá redactar la propuesta de compromiso. Está abierto aún si se votará al respecto en la próxima reunión de la CBI, prevista para junio en Madeira, Portugal.
La WDCS advirtió que la propuesta de compromiso empeorará la situación de las ballenas en el mundo. “No se reduce a un único país como Japón”, dijo el portavoz de la organización Nicolas Entrup. Más bien esta reglamentación invita a los países a reanudar la captura de ballenas.
De hecho, Corea anunció anoche en Roma su intención de reanudar la cacería comercial de ballenas si la Comisión Ballenera Internacional concluye su acuerdo de reducir la “cacería científica” que realiza Japón, ante lo que añadió que buscará conseguir una cuota comercial de ballenas.
La WDCS advierte que no se puede establecer una nueva categoría de cacería de ballenas como la que propone el conocido como ‘Compromiso Hogart’, porque esto sólo “empeorará las cosas, provocando que nuevos países comiencen la cacería comercial”.
Además, la organización recuerda en un comunicado a los países miembro de la CBI que “no hay esperanza” de mantener bajo control la cacería de ballenas si no se evalúa toda la cacería “actual y potencial” y añade que el acuerdo tal y como está redactado “falla” en considerar cómo tratar la actual cacería de ballenas de Noruega e Islandia.
“Las últimas acciones de las naciones balleneras durante este proceso muestran al mundo que cualquier intento de ceder ante sus demandas simplemente dará lugar a un desastre para las ballenas”, asegura la líder de la campaña anticacería de ballenas de WDCS, Sue Fisher.
Fuente: La Tercera, Europapress