El Gobierno de Costa Rica declaró, mediante decreto presidencial, santuario de ballenas y delfines sus aguas jurisdiccionales el pasado viernes, protegiendo a las poblaciones de cetáceos que utilizan esa zona para su apareamiento y cría. Esta medida se enmarca en el objetivo de establecer un Santuario de Ballenas en toda América Latina.
21 de enero 2008 (CCC News) – El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, firmó un decreto que declara las aguas del mar territorial y de la zona económica exclusiva del país, en el Caribe y el Pacífico, como un “santuario para las ballenas y delfines” y prohíbe “toda actividad humana tendiente a perseguir, capturar, herir, matar, trasegar o comercializar estas especies, salvo lo establecido en los Convenios Internacionales debidamente ratificados”, indica la ley suscrita por el presidente y el ministro de Ambiente y Energía (MINAE), Roberto Dobles.
Organizaciones ligadas a la conservación de los cetáceos tanto de Costa Rica y América Latina celebran la medida pues se enmarca dentro de los objetivos que los países se han propuesto para que estas especies migratorias continúen utilizando toda la costa del Pacífico, Atlántico y Caribe sin riesgos para sus actividades de vida.
Corredor de las Américas
Más de 15 Ongs representantes de más de 10 países latinoamericanos suscribieron la Declaración de Santiago en octubre pasado, comprometiéndose, entre otras, a tomar medidas encaminadas a lograr que cada país declare sus aguas jurisdiccionales como Santuario de Ballenas, tomando una postura regional cuyo objetivo es el establecimiento de un Santuario de Ballenas en América Latina.
En este contexto, Costa Rica entró a formar parte de los países de la región que ya han declarado santuario todas sus aguas territoriales, como son México, mediante un decreto presidencial de 2002, Panamá a través de una ley, y República Dominicana.
En el sur, Argentina y Brasil aunque no utilizan la palabra “santuario”, cuentan con legislaciones equivalentes que prohíben la caza comercial y científica y el acoso intencional hacia los mamíferos marinos.
Los Avances de Chile
Chile busca declarar sus aguas como Santuario de Ballenas antes de junio 2008, fecha de la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI60) en Santiago.
Esta iniciativa nació de las comunidades costeras, fue recogida por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, Conapach, e impulsada por Centro de Conservación Cetacea y Centro Ecoceános. Actualmente cuenta con el apoyo de cerca de 100 organizaciones de conservación y turismo de América Latina, Norteamérica, Europa y Oceanía que piden que se proclame como Santuario para las poblaciones de ballenas al Mar Territorial y Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la República de Chile, con el objetivo de prohibir definitivamente las operaciones de caza comercial y científica en aguas jurisdiccionales.
La iniciativa ya recibió el apoyo de la Cámara de Diputados a través de un proyecto de acuerdo y el apoyo político de la Cámara Alta.
Bárbara Galletti, presidenta de CCC, afirmó que “ahora estamos esperando que Chile sea declarado expeditamente Santuario de Ballenas pues ya existe absoluto consenso del Ejecutivo, Legislativo y de la Sociedad Civil en esta materia y de esta forma América Latina pueda quedar libre de caza comercial y científica de cetáceos”.
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, Alejandro Navarro, declaró que “invitaremos a un representante del Gobierno de Costa Rica para conocer detalles del proceso de declaración y así Chile pueda concretar su santuario a la brevedad. En marzo se reinicia el debate y esperamos que el primer semestre de 2008 esto sea ley”.
Por su parte, la Ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, saludó calurosamente la medida tomada por el gobierno de Costa Rica, señalando que “el paso que ha dado Costa Rica es una gran noticia, no sólo para el pueblo costarricense sino para la humanidad que ve cómo cada día estas especies ven amenazada su existencia”.
“Las acciones emprendidas por el Gobierno de Chile en el último tiempo apuntan a la misma dirección (…) y van más allá del respeto que tenemos por la moratoria que está vigente hasta el año 2025, ya que estamos trabajando para determinar políticas de conservación jurídicas, técnicas y socialmente viables que aseguren que en nuestros mares las ballenas encuentren un lugar seguro para seguir viviendo”, concluyó.
Fuentes: Centro de Conservación Cetacea, El Universo.