Revista New Scientist, 7 de Junio de 2002 – Un equipo de la Universidad de Utah (EE.UU.), liderado por el biólogo Stephen Deban, se encuentra realizando sorprendes descubrimientos sobre la evolución de los cachalotes.
La frente de esta especie contiene dos sacos llenos de aceite. En los machos, estos sacos son particularmente masivos, pero se desconoce la razón de esta característica. Algunos biólogos piensan que desempeñan funciones relacionadas a la generación de sonido o para controlar la flotabilidad, pero otra teoría sostiene que los masivos sacos llenos de aceite pueden amortiguar los golpes en la cabeza durante enfrentamientos entre cachalotes.
A pesar que existe un sinnúmero de anécdotas sobre estos encuentros bélicos entre machos, la evidencia continua siendo escasa. Pero el equipo del Dr. Deban ha descubierto que los sacos de aceite actúan como un reductor de impactos.
De acuerdo a Deban ‘el proceso es parecido al de una jeringa, no se requiere mucha fuerza para empujar el agua lentamente, pero necesita apretar fuertemente para vaciar el contenido rápidamente’.
Esto significaría que aunque un macho golpeara fuertemente con su frente a un oponente – o una embarcación – saldría ileso del encuentro. Más aún, otras especies de ballenas donde los machos compiten intensamente también tienden a presentar sacos de aceite de mayor tamaño.
Los balleneros del siglo XIX conocieron de cerca los peligros de la caza de cachalotes, cuyos ejemplos quedaron inmortalizados en la novela de Herman Melville Moby Dick.
Dos golpes de cabeza de un cachalote, eran suficientes para enviar a la tripulación a una tumba de agua. Pero el arma de este imponente animal también resultó ser su condena, ya que justamente fue el aceite lo que valorizó económicamente a esta especie durante la época de Melville.
James Randerson, New Scientist