Ballenas, lobos marinos y pingüinos antárticos podrían estar amenazados debido a que el krill antártico (Euphausia superba), un crustáceo que se encuentra en el corazón de la cadena alimenticia marina, está declinando. La explicación más probable para este fenómeno, se debería a la dramática disminución del hielo polar.
El hielo polar forma un área vital de alimentación para el enorme número de krill presente en aguas australes. La nueva investigación demuestra que el número de krill ha disminuido cerca de un 80% desde 1970. La reducción del área de hielo polar debido al aumento de la temperatura global sería la causa más probable de la declinación observada en diversas poblaciones de de pingüinos.
Para el Dr. Agnus Atkinson, autor de la investigación realizada por el Instituto Antártico Británico “esta es la primera oportunidad en que entendemos la escala real de la declinación”.
EL KRILL, BASE DE LA VIDA MARINA
El krill antártico es uno de los animales más importantes del Océano Austral. Similar a un pequeño camarón, este crustáceo puede llegar a medir unos 6 cm de largo y vivir entre 5 y 6 años. El krill, que se alimenta de fitoplancton (algas muy pequeñas), es a su vez consumido por una gran diversidad de animales, incluyendo peces, pingüinos, focas y ballenas, entre otros. Debido a que se alimenta de las algas que se encuentran debajo del hielo polar, el krill sería muy susceptible a la disminución de la superficie de las aguas congeladas.
En la Península Antártica, un área clave de alimentación de krill, la temperatura ha aumentado en 2.5°C durante los últimos 50 años, lo que ha generado una dramática declinación de la superficie de hielo polar.
Las consecuencias ambientales, comerciales y científicas son impredecibles, ya que la Antártica es una fuente importante de recursos pesqueros y su espectacular vida silvestre depende del krill para sobrevivir.
Fuente: Nature
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