Menu Close

ONG latinoamericanas y del Caribe solicitan cierre definitivo de caza de cetáceos en San Vicente y Granadinas

09 de Mayo de 2019 – La matanza de cientos de cetáceos en las costas del archipiélago de San Vicente y Granadinas, convierte a este idílico lugar ubicado en las turquesas aguas del Caribe en el único país de latinoamérica que continua realizando operaciones balleneras. Las especies impactadas incluyen ballenas jorobadas, orcas, delfines, marsopas y ballenas piloto. Dentro de estas matanzas, sólo la captura anual de cuatro ballenas jorobadas se encuentra autorizada por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) bajo caza de subsistencia aborigen. Sin embargo, éstas han sido blanco de duras críticas de parte de la comunidad internacional debido a los continuos incumplimientos de dicho país a las regulaciones establecidas para esta modalidad de caza.

Por ello, más de 30 organizaciones civiles de 11 países de Latinoamérica y el Caribe dedicadas a la investigación y conservación marina se unieron para enviar una carta al Primer Minisitro de San Vicente y Granadinas, Ralph Everard Gonsalves, solicitando poner fin a estas matanzas. En la misiva, las organizaciones recuerdan al Primer Ministro su compromiso realizado en 2017 de cerrar definitivamente esta práctica por estar “fuera de sincronía con el resto del mundo” después que cazadores locales mataron dos orcas frente a una embarcación de turismo de avistaje de cetáceos.

También recuerdan al Primer Ministro que San Vicente y Granadinas es el único país de la región que continua realizando operaciones balleneras que fueron “introducidas por flotas extranjeras con un efecto negativo en el patrimonio natural y los ecosistemas marinos” y agregan, de manera similar a lo declarado por Gonsalves en 2017, que “en el siglo pasado, nuestros gobiernos entendieron que la caza de ballenas es una práctica innecesaria y obsoleta”.

Por ello, las organizaciones firmantes invitan a las autoridades del archipiéalgo caribeño a unirse al al resto de los países de la región Latinoamericana y del Caribe, cerrando todas las operaciones de caza de cetáceos y avanzando en la consolidación del avistaje del turismo ballenas y delfines “como uno de los muchos tesoros naturales de su hermoso país.”

En la carta, las organizaciones civiles también destacan la urgente necesidad de finalizar la matanza de orcas y pequeños cetáceos, ya que estas no cumplen con las provisiones establecidas en el Protocolo Relativo a las Áreas y Vida Silvestre Especialmente Protegidas, conocido como Protocolo SPAW (del Gran Caribe) que indica que los países Parte, incluído San Vincente y Granadinas, deben prohibir la captura o matanza todas las especies de cetáceos incluídas en el Anexo II.

Para Peter Sánchez, ex comisionado ante la CBI de República Dominicana, afirmó que: “Por su condición de insularidad los países caribeños son los más interesados en la protección y conservación de los recursos marinos de la zona, especialmente si son utilizados por algunos de manera no sostenible. El uso no letal de las ballenas y demás cetáceos mediante la observación de ballenas es una actividad que genera millones de dólares en diferentes comunidades alrededor del mundo, en ese sentido la caza de ballenas en el siglo XXI es una actividad anacrónica que mantiene al pueblo de San Vicente y las Granadinas atado al pasado. Ante esta situación nuestro deber es continuar ofreciendo un mejor futuro a ese pueblo hermano y vecino y presentar alternativas a dicha actividad maliciosa que amenaza a la población de mamíferos marinos del gran caribe”.

Por su parte, Yolanda Alaniz, de la organización mexicana COMARINO, quien lideró esta iniciativa regional, afirmó que: “Las organizaciones que firmamos, hemos acompañado largamente a nuestros gobiernos a proteger a las ballenas y pequeños cetáceos. Desde una perspectiva regional de recursos naturales y patrimonio cultural compartidos, las ballenas y delfines han cobrado gran valor económico para nuestras comunidades costeras, en actividades de observación de ballenas o whale watching, añadiendo un valor turístico y estético del paisaje marino. La cacería de ballenas es la antítesis del turismo de avistaje de cetáceos”.

Fuente: COMARINO, Centro de Conservación CetaceaInstituto de Conservación de Ballenas