Florianópolis, Brasil. 10 de septiembre 2018 (CCC News) – Durante esta semana, los miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se reunirán en Florianópolis, Brasil, para discutir el futuro de las ballenas. Al respecto, diversos medios globales han informado continuamente sobre las intenciones de Japón de eliminar la moratoria sobre la caza comercial de ballenas. Sin embargo, la posible adopción de un paquete ballenero enmascarado como cuotas de caza aborigen es la verdadera amenaza para la conservación y el futuro de las ballenas durante la reunión en Brasil.
La propuesta para la renovación de cuotas de caza aborigen, conocido como “el paquete”, está siendo liderada por Estados Unidos y comprende cuotas de caza de diversas especies de ballenas para Dinamarca, Rusia, la isla caribeña de San Vicente y Granadinas, y Estados Unidos.
Básicamente, “el paquete”, entre muchos otros cuestionables elementos, sienta las bases para avanzar hacia la reapertura de una caza comercial de ballenas carente de mecanismos de decisión, cumplimiento, sanción y transparencia. De hecho, busca eliminar la autoridad que tiene la CBI de evaluar y aprobar o rechazar propuestas de caza de ballenas mediante un controversial método de renovación automática de cuotas que podría extenderse ad aeternum.
Adicionalmente, “el paquete” constituye una grave amenaza para una población de ballenas jorobadas que se alimentan en Groenlandia, representado por Dinamarca en la CBI. Estas ballenas paren a sus crías en las aguas tropicales de República Dominicana, donde además, son una fuente irremplazable de desarrollo y bienestar económico para el turismo de ese país, a través de su avistaje o whale-watching. Dado que “el paquete” también incluye provisiones para que las ballenas que no hayan sido cazadas en una temporada puedan sumarse e irse acumulando a cuotas subsiguientes (conocido como carry-over), un altísimo número de estas ballenas jorobadas podrían ser eventualmente capturadas en una sola temporada. Más grave aún si se considera que en dicha área abundan ejemplares hembras, muchas de las cuales podrían estar preñadas.
En resumen, “el paquete” más pareciera ser una estrategia para complementar una propuesta que será presentada por Japón y que busca, entre otros, eliminar la moratoria sobre la caza comercial, descartar la caza aborigen para crear una sola categoría de caza comercial y establecer cuotas de captura para la caza comercial de ballenas a partir de la próxima asamblea anual de la CBI en 2020. Aunque todo indica que la propuesta japonesa no tendrá la mayoría suficiente para su aprobación en Brasil, la adopción del “paquete” de caza aborigen sentaría las bases para aplicar sus laxas, e incluso inexistentes, medidas de decisión, control y sanción a futuras operaciones de caza comercial de ballenas.
“El paquete” que será discutido hoy a partir del primer día de asamblea plenaria de la Comisión, no ha sido apoyado por los países Latinoamericanos que forman parte de la CBI, conocido como Grupo Buenos Aires, quienes se reunieron en Santiago de Chile el pasado mes de agosto. Al cierre de su reunión emitieron una declaración donde afirman su “profunda preocupación por la presentación de una propuesta en bloque sobre caza aborigen” y evidencian su deseo de “ver una separación de las propuestas por país”, así como “un tratamiento independiente para el resto de los elementos” del paquete.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, y observadora acreditada por más de 15 años en las reuniones de la CBI afirmó que “resulta clave que ningún miembro de Grupo Buenos Aires ceda a la creciente presión que se espera percibir esta semana por los países que lideran un ‘paquete’ cuyos elementos parecieran estar más orientados a sentar las bases para la reanudación de la caza comercial de ballenas que a la defensa de los derechos que tienen algunas comunidades aborígenes de realizar operaciones de caza aborigen”. Cabrera recordó que en 2012 un paquete de propuestas de caza aborigen con menos implicancias negativas que “el paquete” liderado por Estados Unidos fue rechazado por la gran mayoría de los miembros del Grupo Buenos Aires, incluido Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay y República Dominicana.
Por su parte Roxana Schteinbarg, Coordinadora ejecutiva del Instituto de Conservación de Ballenas de Argentina, acreditada en la plenaria expresó: “Confiamos plenamente que los acuerdos alcanzados por el Grupo Buenos Aires en la reunión realizada en julio del corriente año en Santiago de Chile, sean respetados en las decisiones que se tomen en esta Plenaria. Las ballenas necesitan de la voz y voto de los representantes de América Latina y el Caribe en defensa de la moratoria y asegurando que no se cometan abusos bajo la categoría de caza de subsistencia aborigen.
Fuente: Centro de Conservación Cetacea