03 de Marzo de 2016 – El único ballenero islandés dedicado a la matanza de ballenas de aleta, Kristján Loftsson, anunció hace pocos días que su compañía, Hvalur HF, suspenderá sus operaciones balleneras la próxima temporada de verano. Esto debido a innumerables obstáculos vinculados a la exportación de la carne a Japón, en particular relacionados a los estándares de la nación asiática para importar este tipo de productos.
En 2015, la compañía ballenera de Loftsson mató 155 ballenas de aleta, la segunda especie de mayor tamaño después de la ballena azul y que se encuentra clasificada En Peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En total, el ballenero islandés ha capturado más de 700 ballenas de esta especie desde 2006, año en que Islandia decidió reanudar la caza comercial de estos cetáceos después de reintegrarse de manera irregular a la Comisión Ballenera Internacional.
A pesar que la noticia ha sido recibida por diversas organizaciones ambientalistas como un primer paso para el cierre de la caza comercial de ballenas en Islandia, otros ven con suspicacia el anuncio de Loftsson. Claire Perry de la Agencia de Investigación Ambiental del Reino Unido, afirmó que “a corto plazo es una gran noticia, pero no necesariamente el cierre de la cacería”. Y agregó que, “no nos sorprendería que este fuera sólo fuera un cínico intento de forzar a Japón a debilitar sus estándares de importación de alimentos”.
En efecto, Loftsson afirmó recientemente que reanudaría las operaciones de caza de ballenas de aleta “si las autoridades japonesas cambian su actitud”. De lo contrario su empresa “no hará ningún esfuerzo por continuar con las matanzas anuales”, sentenció el ballenero.
Ballenas Minke Continúan en la Mira
Pero la suspensión de la caza de ballenas de aleta en Islandia no significa que dicho país detenga sus controversiales operaciones de caza comercial de ballenas. Diversas compañías balleneras más pequeñas que las Loftsson, dedicadas a la matanza de ballenas minke, ya han anunciado que no detendrán sus operaciones la próxima temporada estival. Esto a pesar que dichas operaciones enfrentan crecientes cuestionamientos y rechazo tanto a nivel interno, como internacional. El grupo Anonymus ha cerrado diversos portales web del gobierno islandés en oposición a estas matanzas, durante varios años el gobierno de Estados Unidos ha amenazado con aplicar sanciones económicas a Islandia y varios puertos han impedido el arribo de naves islandesas cargadas de carne de ballena con destino a Japón, entre otros.
Fuente: Grapevine, The Guardian, The Dodo