La agencia Associated Press (AP) informó que cientos de oficiales del gobierno japonés, junto a abogados y grupos de presión asociados a la industria pesquera, prometieron continuar con la matanza de ballenas a pesar del rechazo mundial y el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia que ordenó al país oriental suspender la denominada caza “científica” de ballenas en Antártica por violar la moratoria global sobre la caza comercial y el santuario de ballenas del Océano Austral.
Durante la reunión, el ministro de pesca japonés, Yoshimasa Hayashi, afirmó que Japón debe proteger su cultura asociada al consumo de ballenas y asegurar el acceso a la carne de ballena. “Tenemos una cultura extractiva y sostenible de los recursos marinos y eso no va a cambiar” agregó Hayashi.
Los exaltados participantes gritaron consignas pro balleneras mientras consumían cortes crudos y cocidos de carne de ballena en la reunión que se realizó cerca del parlamento japonés.
A pesar que el gobierno de Japón anunció que acatará el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia tras la demanda instaurada por Australia por la denominada caza “científica” de ballenas en Antártica (JARPA II), no se ha pronunciado respecto a la continuación del programa “científico” en el Pacífico Norte (JARPN II) que debería iniciarse dentro de pocas semanas y que incluye la captura de ballenas minke, sei, de Bryde y cachalotes.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, las palabras del ministro de pesca japonés “son propaganda similar a la difundida para violar durante más de 27 años la moratoria global sobre la caza comercial y transgredir por 20 años el santuario de ballenas austral”. La ambientalista explicó que la caza a gran escala de ballenas en aguas internacionales no responde a ninguna tradición milenaria sino que fue establecida por Estados Unidos tras el fin de la segunda guerra mundial para proveer de proteína barata al pueblo japonés. “Esta es una de las razones que explica la falta de mercado de carne y productos de ballena en Japón” agregó Cabrera.
Para Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos “el conflicto ballenero constituye una pieza clave en la estrategia de Japón para continuar asegurando su acceso a los recursos marinos de alta mar, con énfasis en las aguas del hemisferio sur. Hoy la Antártica constituye un área clave para los intereses geopolíticos nipones. Por este motivo, los países latinoamericanos agrupados en el Grupo de Buenos Aires deben liderar el accionar político para hacer cumplir el fallo de la Corte Internacional de Justicia en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional. Para ello cuentan con el respaldo de la opinión pública internacional y regional”.
Ambos especialistas coinciden en la necesidad que el fallo de la Corte se cumpla de manera inmediata y efectiva y se avance hacia el cierre de todas las operaciones balleneras que violan la moratoria adoptada por la Comisión Ballenera Internacional adoptada en 1982 e implementada desde 1986. Al respecto afirmaron que el Grupo Buenos Aires debe cumplir un rol activo en este proceso, apoyando la resolución de la Corte y rechazando la continuidad de estas matanzas ilegales.
Fuente: ABC Online, Centro de Conservación Cetacea, Centro Ecoceanos