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Cachalotes formarían clanes para defenderse de ataques de orcas

Investigadores sugieren que las distintas formaciones sociales de las poblaciones de cachalotes hembra en el Atlántico norte y Pacífico oriental podrían deberse, entre otros, a estrategias de defensa contra ataques de orcas y otras amenazas para la vida de esta singular especie de cetáceos

14 de Abril de 2012 – Un estudio reciente sugiere que la defensa contra los ataques de orcas (Orcinus orca) podría ser una de las razones por las cuales poblaciones de cachalotes del Atlántico y Pacífico difieren culturalmente.

El cachalote es la especie más grande de cetáceos dentados (odontocetos) y posee el cerebro de mayor tamaño de todo el reino animal. Se alimentan de calamares gigantes, y otras criaturas de las profundidades del océano, gracias al sonar natural más poderoso que se conoce en la actualidad.

La vida de estos gigantes marinos difiere de acuerdo al sexo. Los machos abandonan a sus madres siendo juveniles para formar grupos temporales de “solteros”, o bien, llevan una vida solitaria. Mientras tanto, las hembras pueden desarrollar complejas sociedades con múltiples niveles de organización. Una de las sociedades más básicas la constituyen grupos de cerca de una decena de hembras que crían, amamantan y cuidan a su descendencia de posible ataques.

Misteriosamente, a pesar que los cachalotes hembra del Atlántico Norte y Pacifico Oriental son generalmente similares, su estructura social es sustancialmente distinta. En el Pacífico, los grupos se reúnen temporalmente con otras unidades del mismo clan (o grupos de hembras que comparten patrones vocales llamados codas). Por otra parte, no existe ninguna evidencia de clanes en el Atlántico y las agrupaciones de hembras ocurren raramente. Adicionalmente, las unidades de cachalotes del Atlántico se relacionan genéticamente con sus madres, no ocurriendo lo mismo con las hembras del Pacífico.

De acuerdo a un estudio científico publicado el pasado 30 de marzo en Journal of Primatology, estas diferencias podrían deberse a la amenaza que representan los ataques de orcas.

De 10 casos registrados de ataques de orcas a grupos de cachalotes, ninguno ocurrió en el Atlántico norte, mientras de seis se registraron en el Pacífico oriental (los otros cuatro casos ocurrieron en el Océano Austral). Los resultados se obtuvieron a pesar que el esfuerzo de avistamiento e investigación de cachalotes es más intenso en el Atlántico que en el Pacífico.

En el Atlántico, las orcas aparentemente ignoran los grupos de cachalotes. Los investigadores sugieren que esto sucede porque las orcas son criaturas de hábitos, con preferencias claras sobre sus presas aun cuando existan otras especies que podrían servir de alimento.

Hal Whitehead, uno de los principales investigadores mundiales de cachalotes, afirmó que las orcas residentes de la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, prefieren un tipo de salmón por sobre otras variedades. Lo mismo sucede con las orcas en la Antártica, que prefieren alimentarse de focas de Wedell a pesar de la presencia de focas cangrejeras.

La preferencia alimenticia de las orcas del Pacífico por los cachalotes podría haber llevado a las hembras a formar unidades de defensa que a veces pueden formar enormes agrupaciones de estos mamíferos marinos. La caza comercial de ballenas también podría haber jugado un rol en las divergencias identificadas entre las poblaciones de cachalotes del Atlántico norte y Pacifico oriental. Mientras que las poblaciones del Atlántico no fueron el principal objetivo de la ballenería moderna, las del Pacífico si fueron intensamente cazadas por barcos factoría. La destrucción de unidades sociales en el Pacífico podría haber impulsado la formación de grandes agregaciones provenientes de distintos grupos familiares que faciliten su defensa ante eventuales amenazas.

Sin embargo los investigadores destacaron que estas diferencias sociales también pueden estar asociadas a otros factores. Por ejemplo, variaciones culturales que no están relacionadas con el ambiente podrían haber influido, pero son difíciles de identificar individualmente.

Adicionalmente, las agregaciones de cachalotes en el Atlántico norte se localizan en aguas más cálidas y menos ricas en alimento, por lo que las formaciones grupales podrían estar relacionadas a la abundancia y tipo de alimento, pero aun falta mucho por investigar para poder comprender la estructura social de esta sorprendente especie de cetáceo.

Whitehead agregó que los programas de investigación científica invertirá mayores esfuerzos en identificar las diferencias sociales de los cachalotes en los distintos océanos.

Fuente: LIVE Science