La firma islandesa Hvalur, exportó 500 a 600 toneladas de carne de ballena de aleta a Japón durante 2010, informaron fuentes de ese país el sábado pasado.
La importación se suma a las cuatro mil toneladas de carne proveniente principalmente de ballenas minke capturadas por Japón en aguas del santuario de ballenas el Océano Austral, donde la caza de ballenas está prohibida. Sin embargo el país asiático abusa de vacíos legales de la Convención Internacional para Regulación de la Ballenería (CIRB) para continuar matando estos mamíferos marinos con el fin de comercializar los productos en el mercado interno de Japón.
Sin embargo, el declinante mercado de productos derivados de ballena ha generado el almacenamiento y refrigeración de miles de toneladas de carne de ballena en Japón. Se espera que la entrada de la carne de ballena de aleta proveniente de Islandia, que tiene un valor comercial superior al de ballena minke, afecte el valor general de los productos derivados de esta especie.
Kristjan Loftsson, director de la empresa Hvalur – la mayor firma ballenera islandesa – afirmó que la exportación de carne de ballena de aleta no tiene la intención de sacar del mercado la carne de ballena minke. “Tenemos confianza que esto debería ser, podría ser beneficioso para ambas partes” afirmó.
Con el claro objetivo de abarcar el mercado japonés, Hvalur ha matado 148 ballenas de aleta este año, a pesar que la especie se encuentra clasificada En Peligro por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y se encuentra protegida por la moratoria sobre la caza comercial de ballenas implementada por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en 1986. Pero al igual que Japón, Islandia abusa de los resquicios legales para matar ballenas tanto con fines denominados “científicos” como comerciales.
La exportación de carne y productos de ballena también se encuentra prohibida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Sin embargo, Islandia, Noruega y Japón mantienen reservas sobre esta medida que los eximen de cumplir con esta medida de conservación.
Millonario, Ballenero y Soberbio
Loftsson, considerado el rey de la ballenería islandesa, generó una ola de rechazo en junio pasado cuando afirmó que “las ballenas son sólo otra especie de peces” durante la asamblea anual de la CBI en Marruecos. También desestimó los resultados de estudios científicos que revelan que estos mamíferos marinos son inteligentes, con capacidad de comunicación y creación de cultura. “No lo creo. Si son tan inteligentes, ¿por qué no se quedan fuera de las aguas territoriales islandesas?” concluyó.
Fuente: The Japan Times, AFP