Durante la última sesión de la asamblea anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que se reunió en Agadir (Marruecos) entre el 21 y 25 de junio, el gobierno de Dinamarca logró adjudicarse una controversial cuota de caza aborigen para matar 27 ballenas jorobada durante los próximos tres años.
La propuesta, impulsada sin éxito durante los últimos tres años, logró ser adoptada en Agadir debido al apoyo de la Unión Europea, Estados Unidos, Nueva Zelanda y las naciones balleneras que integran la CBI, no sin antes ser duramente cuestionada por el bloque de países latinoamericanos, conocido como Grupo Buenos Aires (GBA) y países como Australia y Mónaco.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea de Chile y observadora acreditada ante la CBI en Marruecos, “este es un duro revés a los logros alcanzados en la presente reunión, como la mantención de la moratoria y el rechazo a la “caza científica” de Japón, ya que si bien la CBI reconoce la caza aborigen, la propuesta de Dinamarca sobre esta especie no es justificable y afecta negativamente a poblaciones de ballenas que son compartidas con países de nuestra región”.
El debate previo a la decisión que condenó la vida de 27 ballenas jorobada durante los próximos tres años, estuvo marcado por el férreo rechazo del Grupo Buenos Aires a la propuesta danesa, ya que impactará directamente a poblaciones de ballena jorobada que migran desde el Ártico hasta las aguas del Caribe para reproducirse y de las cuales dependen diversas comunidades costeras de la región para su aprovechamiento no letal a través de turismo de avistaje de esta carismática especie.
A pesar que todos los miembros de la CBI expresaron su reconocimiento a los derechos de caza de subsistencia aborigen, diversas delegaciones cuestionaron y rechazaron la propuesta de Dinamarca, nación que se encuentra bajo duros cuestionamientos debido al creciente uso comercial que hacen abusando de este tipo capturas.
La comisionada de Costa Rica, la vice ministra de medio ambiente Ana Lorena Guevara, fue la primera representante de la región que alzó la voz con fuerza para argumentar el rechazo a la propuesta danesa, afirmando que “carece de información científica solicitada durante los últimos años al gobierno de Dinamarca, desconoce el principio precautorio que debería regir las decisiones de la CBI, ignora las crecientes amenazas enfrentadas por las ballenas, y nunca fue consultada a lo Estados rango que comparten la población de ballena jorobada que se verá afectada por este tipo de matanza”.
Chile también alzó la voz a favor de la vida de las ballenas jorobada, a través del comisionado José Fernández, quien adhirió y expresó su apoyo a las declaraciones y legítimas preocupaciones de Costa Rica y otros miembros de la región.
Por su parte, la comisionada de Argentina, Embajadora Susana Cerutti, afirmó durante la última sesión de la CBI que “la población de ballenas jorobada se reproduce en aguas jurisdiccionales de otros Estados, en particular del Caribe, en donde existe una industria floreciente de turismo de avistamiento”.
La comisionada de Australia también expresó su rechazo a la propuesta danesa afirmando que no cumple con los parámetros requeridos para justificar la caza aborigen, mientras que el comisionado de Mónaco entregó contundentes evidencias sobre la falta de necesidad de matar estas ballenas jorobada con supuestos fines de subsistencia aborigen. De acuerdo al comisionado de Mónaco “no existe una argumentación sólida sobre la necesidad nutricional que justifique esta matanza, especialmente considerando que se trata de comunidades qu uno de los mayores ingresos per capita en el mundo y con desembarcos de pesca anuales que garantizan el acceso a otras fuentes de proteína animal”.
En gran ausente en las discusiones a favor de la vida de las ballenas jorobada fue el Gobierno de República Dominicana, que a pesar de haber adherido recientemente a la CBI y contar con una floreciente industria de turismo de avistaje de ballenas jorobada correspondientes a la población incluida en la propuesta danesa, no envío ningún representante oficial a la reunión de Agadir.
Siguiendo su línea tradicional de amenazas en el seno de la CBI, Japón y Noruega solicitaron la voz para advertir que quienes no la apoyaron la propuesta danesa deberán “atenerse a las consecuencias”, retornando el debate a sus tiempos más acrimoniosos. Por su parte, Estados Unidos y Nueva Zelanda, aliados incondicionales de Japón y las naciones balleneras en la esta reunión anual de la CBI, no se quedaron atrás, haciendo dramáticos y duros llamados a favor de la matanza de ballenas jorobada en nombre de la caza de subsistencia aborigen.
Tras un largo e intenso debate, los oponentes a la propuesta tuvieron que ceder a las presiones de la Unión Europea y otros miembros de la CBI para no bloquear el consenso, no sin antes solicitar reiteradamente al vicepresidente de la CBI, el comisionado de Antigua y Barbuda, Anthony Liverpool, que en el informe final de la reunión quede explícitamente reflejado la posición contraria de sus gobiernos a la propuesta danesa.
El llamado a mantener la imparcialidad del informe final de la CBI – que será publicado en los próximos meses – se hizo en medio de las innegables evidencias sobre la “compra de votos” que realiza Japón en varios países en desarrollo del Africa y el Caribe en la CBI, y que incluirían al vicepresidente Liverpool, cuyo hotel en Agadir fue pagado por un empresario japonés de acuerdo a investigación realizada por el diario inglés Sunday Times.
“La conducta de Dinamarca es reprochable en muchos aspectos, en particular si recordamos que durante la reunión anual en Santiago de Chile en 2008 el GBA retiró la propuesta para la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur a fin de generar un mejor ambiente negociador, ocasión en la cual se solicitó expresamente al gobierno de Dinamarca retirar de su propuesta de ballenas jorobadas. Al igual que Japón, Noruega e Islandia – naciones que han continuado matando y comercializando ballenas a pesar del proceso de negociación – este compromiso nunca fue cumplido y Dinamarca siguió impulsándola hasta doblegar la voluntad de la Unión Europa sin cuyo apoyo ésta controversial propuesta no habría logrado ser aprobada”, afirmó Cabrera.
Finalmente, una sorpresiva propuesta presentada el miércoles pasado a última hora por Estados Unidos para incluir cuotas de caza aborigen en la Tabla 4 del reglamento de la CBI (tabla que sólo incluye cuotas de caza comercial iguales a cero en concordancia con la moratoria vigente), fue retirada tras el fuerte rechazo de la Comisión.
“A pesar del lamentable desenlace para las ballenas jorobadas, creemos que el balance de la reunión fue en general positivo. En particular considerando el unánime rechazo a la propuesta de negociación presentada por el presidente y vicepresidente de la CBI, la cual intentó sin éxito hacernos creer que es necesario matar ballenas para salvarlas. La respuesta de la comunidad internacional ha sido clara y rotunda: para salvar las ballenas y asegurar el bienestar social, económico y ambiental de millones de personas que dependen de ellas vivas, es necesario fortalecer y no debilitar la moratoria sobre la caza comercial”, concluyó Cabrera.
Fuente: Centro de Conservación Cetacea