Luego que 40 organizaciones de 15 países, incluido el Centro de Conservación Cetacea (CCC), solicitaran a los gobiernos de América Latina realizar una protesta diplomática en contra de la denominada “caza científica” de ballenas, el senador socialista Jaime Naranjo afirmó que “Las autoridades chilenas deben reaccionar de inmediato con fuerza y decisión para tratar de impedir que Japón continué vulnerando la moratoria internacional de la caza de ballenas”.
Elsa Cabrera, directora ejecutiva del CCC afirmó que “las declaraciones del senador Naranjo evidencian el compromiso que Chile mantiene frente a la protección y el uso no letal de las poblaciones de ballenas, por lo que resulta urgentemente necesario que el gobierno de Chile atienda nuestra solicitud para que el país lidere acciones en contra de la denominada “caza científica” de ballenas.
Las declaraciones del senador Naranjo fueron realizadas en el portal digital del diario La Tercera y se reproducen a continuación:
El 18 de noviembre pasado zarpó desde Japón una flota pesquera integrada por el barco factoría Nisshin Maru y los barcos Shonan Maru y Yushin 2 y 3, con el fin de “cazar“, con supuestos fines científicos, 1.000 ballenas. Así, una vez más Japón vulnera los distintos acuerdos internacionales que prohíben la captura de estos cetáceos.
Desde 1982 a la fecha, en que se estableció la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, Japón ha asesinado más de 8.000 ballenas con supuestos fines científicos. A esto hay que agregar la conducta similar que realizan Islandia y Noruega en desmedro de dicha especie.
La comunidad internacional no puede aceptar más que este país asiático siga utilizando mañosamente el argumento de la “caza científica” para asesinar impunemente a miles de ballenas cada año.
Cabe precisar que este programa japonés nació sospechosamente justo cuando a nivel internacional se estableció una moratoria de la caza comercial de ballenas.
Chile, en conjunto con numerosos países, ha suscrito diversos tratados internacionales con el fin de proteger a las ballenas ante la caza indiscriminada que sufren. De tal forma, la caza de ballenas en Chile fue suspendida por primera vez el año 1984 a través del Decreto Supremo Nº 50 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, con el objetivo de dar cumplimiento la Convención Internacional para la Caza de ballenas.
Con posterioridad, se elaboraron diversas normas legales, cuya culminación es la Ley Nº 20.293 promulgada el 25 de octubre de 2008. Su objetivo, era “avanzar en la consolidación de un marco jurídico coherente y eficaz que consagre el uso no letal de cetáceos, de manera tal que ninguna actividad económica, recreativa, cultural o de investigación justifique dar muerte o causar intencionalmente daño a estos mamíferos”.
Así, se establece que todas las aguas que se encuentren bajo la jurisdicción de Chile son zonas libre de caza de cetáceo. Para lo cual, todas las naves que transiten por mar o por aire deben abstenerse de cazar ballenas.
Por tanto, tenemos la obligación de hacer respetar tanto los acuerdos internacionales que nuestro país ha suscrito como la Ley chilena. Nuestro gobierno debe realizar todo lo que este a su alcance para impedir el accionar de la flota ballenera que recientemente zarpó de Japón, la cual actuará justamente en el denominado “Santuario Ballenero Austral”.
Las autoridades chilenas deben reaccionar de inmediato con fuerza y decisión para tratar de impedir que Japón continué vulnerando la moratoria internacional de la caza de ballenas. Para eso es necesario coordinar su accionar con los otros países de América Latina que suscribieron la creación del “Santuario Ballenero Austral”.
Por último, y esto no es un tema menor, se deben dejar de lado los intereses comerciales existentes entre Chile y Japón, y por tanto, tomar todas las medidas necesarias para hacer cumplir nuestras leyes.
Fuente: La Tercera Digital, CCC