Tres estados de la costa oeste de los Estados Unido (California, Oregon y Washington) prohibieron la pesca de doce especies de kril, con el objetivo de garantizar la efectiva conservación de peces, aves y mamíferos marinos que dependen de este pequeño crustáceo similar a un camarón para sobrevivir.
La medida, que extiende la prohibición de pesca de kril en toda la zona económica exclusiva de los tres estados norteamericanos (desde la costa hasta las 200 millas), fue adoptada por la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica de EE.UU. (NOAA por sus siglas en inglés).
La decisión del gobierno de los EE.UU. se produce en momentos en que la acelerada expansión de la pesquería de kril se está convirtiendo en una amenaza para el funcionamiento de los ecosistemas marinos, debido al creciente interés mundial por consumir suplementos alimenticios altos en Omega 3, un tipo específico de aceite encontrado en diversas especies de peces.
Sin embargo, la sobreexplotación pesquera y la consecuente reducción de las poblaciones de peces, amenaza el vertiginoso crecimiento del consumo de Omega 3, por lo que la industria nutraceutica está orientando su interés a una nueva fuente de este aceite, el kril.
El kril es la base alimenticia de la vida oceánica y su biomasa se ha visto considerablemente reducida durante las ultimas décadas, en particular en la península Antártica, por lo que la expansión de la pesquería de este crustáceo podría convertirse en una grave amenaza para la supervivencia de miles de especies que dependen del kril, así como para la propia industria pesquera, que requiere de poblaciones de peces saludables para ser rentable.
Para Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetacea (CCC) “la medida del gobierno norteamericano evidencia el rol clave que tiene el kril en el ecosistema marino y la necesidad de adoptar medidas efectivas que protejan a este crustáceo y a todas las especies que dependen de él”.
Por su parte, Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos, afirmó que “ Esta medida es una clara señal para que países ribereños latinoamericanos, como Chile, dados los grandes cambios que se han experimentado en la tecnologías de captura y de procesamiento de kril, así como la creciente demanda proveniente de la expansión de la acuacultura industrial a nivel global, impulsen decididamente en la próxima reunión de la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés) medidas efectivas para regular la actual expansión de la pesquería de kril antártico.
Entre las medidas a las que se refieren las ONGs chilenas CCC y Ecoceanos, ambas miembro de la Coalición Antártica y del Océano Austral (ASOC), se encuentran “la cobertura con observadores científicos internacionales del 100% de las naves pesqueras de kril en el área de la Convención Antártica”.