En Chile, Bárbara Galletti, presidenta del Centro de Conservación Cetacea (CCC), se encuentra trabajando en el diseño de una plataforma virtual que permitirá a los investigadores de ballenas azules del hemisferio sur comparar catálogos de foto identificación individual, tarea que le fue asignada el año pasado por el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Santiago, 18 de mayo 2009 (Europa Press / CCC News) – El mayor animal de la tierra, la ballena azul, tras casi ser extinguida por la caza comercial y después de varios decenios de protección, hoy vuelve a usar antiguas rutas migratorias en el Pacífico Norte, previas a la cacería comercial, según resultados recientes de estudios científicos no letales realizados por la agencia estadounidense de los océanos (NOAA), su homóloga canadiense y el Colectivo de Investigación Cascadia.
Los investigadores documentaron la primera migración conocida de ballenas azules desde la costa de California hasta aguas cercanas a la Columbia Británica (Canadá) y el Golfo de Alaska desde la veda declarada sobre esta especie en 1965.
En la revista científica Marine Mammal Science, se exponen 15 casos separados en los que ballenas azules fueron registradas frente a la costa canadiense y de Alaska. Al menos cuatro de estos registros correspondieron a ballenas avistadas con anterioridad en las costas de California, sugiriendo que se ha restablecido el patrón histórico de migración de esta especie, que se vio interrumpido debido a la drástica reducción de las poblaciones de ballenas azules a inicios del siglo XX.
Los investigadores alcanzaron este resultado tras comparar fotos individuales de ballenas azules obtenidas en el Pacífico Norte y a lo largo de la Costa Occidental hasta Baja California desde principios de la década de los noventa.
Los resultados evidencian que las grandes poblaciones de ballena azul del Pacífico Norte no se han recuperado tras el fin de la caza comercial, mientras que las del sur de California han respondido mejor a la moratoria vigente sobre la especie.
Aunque los científicos no tienen claro por qué las ballenas azules han empezado a migrar de nuevo desde California al Pacífico Norte, se cree que las condiciones oceánicas cambiantes podrían haber trasladado más al norte la fuente primaria de alimentación de esta especie, un crustáceo similar a un camarón conocido como kril.
Según John Calambokidis, especialista en ballenas azules y co fundador del Colectivo de Investigación Cascadia, “puede haber un lado negativo para esto, ya que las ballenas tendrían que buscar su alimento más lejos y en un área mucho más amplia porque el kril no se concentraría en California”.
Calambokidis además desarrolló una teoría que explicaría la razón detrás de la colisiones de ballenas con embarcaciones.
Tras analizar la información entregada por diversos sensores remotos que adhirió al lomo de las ballenas por medio de copas de succión, pudo evidenciar que las ballenas pasan gran parte de la tarde en conductas de descanso, justo debajo de la superficie del océano.
“Eso las hace muy vulnerables a las colisiones con embarcaciones” explicó Calambokidis, quien ha estudiado por más de 30 años estos mamíferos marinos en la costa del Pacífico Norte a través del método de foto identificación individual de ballenas.
Los resultados de las investigaciones son importantes para aplicar medidas de conservación que eviten las colisiones entre naves marinas y ballenas azules, como por ejemplo cambiar las rutas de navegación cuando exista presencia de ballenas cerca de la superficie.
La ballena azul es el mayor animal que nunca ha existido sobre el planeta, alcanzando más de 30 metros de longitud. Fue cazada hasta el borde de la extinción en las aguas de todo el mundo y actualmente se encuentra incluida en la lista roja de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Ballenas Azules en Chile
El noroeste de la Isla de Chiloé, en la décima región, es reconocido por la comunidad científica internacional como el área con el mayor índice de avistamiento de ballenas azules en todo el hemisferio sur. La identificación de esta área se realizó gracias a las investigaciones desarrolladas por el ©Proyecto Alfaguara del Centro de Conservación Cetacea (CCC) que se ejecuta en la zona desde el año 2004.
Gracias al auspicio de organizaciones como Rufford Maurice Laing y Global Ocean, y el patrocinio de la DIRECTEMAR de la Armada de Chile, los investigadores del proyecto Alfaguara han identificado individualmente más de 250 ballenas azules durante los últimos seis años.
Al igual que en el Hemisferio Norte, “la información reunida gracias a programas de investigación de largo plazo como el ©Proyecto Alfaguara y la cooperación con investigadores de ballenas azules de la región, nos permitirán identificar en el futuro antiguas rutas migratorias de la especie en las aguas del hemisferio sur”, afirmó Bárbara Galletti, presidenta y encargada de los programas de investigación de CCC.
La especialista se encuentra trabajando en el diseño de una plataforma virtual que permitirá a los investigadores de ballenas azules comparar catálogos de foto identificación individual, tarea que le fue asignada el año pasado por el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Al respecto, Galletti concluyó que “esta será una herramienta muy útil para conocer las rutas de navegación de las ballenas azules en el Hemisferio Sur y aumentar nuestro conocimiento sobre la especie”.