Tras varar en forma masiva la noche del 21 de noviembre en una playa de la isla de Tasmania, Australia, 53 ballenas piloto (o calderones) murieron y otras 11 fueron devueltas a aguas profundas, informaron agencias. Hoy, algunas de ellas nadan junto a otro grupo.
Australia, 24 de noviembre 2008 (Agencias) – Los cetáceos fueron hallados el sábado por un ciudadano en la Playa Anthony, Stanley, en la costa noreste de la isla, según indica el gestor de parques locales, Chris Arthur.
El grupo de 64 ballenas piloto estaba compuesto por ejemplares adultos y un tercio correspondía a ejemplares jóvenes.
Un equipo de más de 60 personas luchó durante todo el domingo para trasladar a 12 supervivientes hasta la playa Godfrey de aguas más profundas, con el fin de devolverlas al océano. Uno de estos ejemplares murió durante la operación.
Los equipos de rescate pusieron sistemas de seguimiento satelital en los cetáceos que fueron rescatados, a fin de poder seguir su recorrido, siendo la primera vez que se emplean sistemas de ese tipo en el rescate de cetáceos en Australia.
Este lunes, la agencia de noticias AP informó que estos cetáceos de la familia de los delfines, se habrían unido a un grupo más grande en aguas profundas e iban camino al este, usando rutas migratorias que según se sabe usan las ballenas jorobadas, lo cual indica que están bien luego de su odisea, dijo el funcionario del Departamento de Industrias Primarias y Agua de Tasmania, David Pemberton.
“No solamente han sobrevivido al ser puestas nuevamente en el agua luego de su aventura traumatizante, sino que también se han encontrado con otras y viajan con ellas”, aseguró Pemberton.
“Previamente, los intentos de rescate han sido cosa de suerte. Ahora sabemos que los esfuerzos de rescate valen la pena, tenemos las evidencias que nos lo indican”, concluyó.
Los casos de ballenas varadas ocurren de manera periódica en Australia y Nueva Zelanda por razones que no han sido descubiertas. Autoridades y voluntarios se esfuerzan por salvar a los ejemplares cuando esto ocurre, aunque a menudo no tienen éxito.
En Chile, un evento menos masivo ocurrió en agosto del año 2006, cuando vararon y murieron 12 calderones de aleta larga (Globicephala melas) en los Islotes Holger ubicados en Isla Navarino, 20 kms al este de Puerto Williams, en la Región de Magallanes.
En esa oportunidad, gracias al apoyo logístico de la Armada de Chile a través de la Directemar y específicamente de la Capitanía de Puerto de Puerto Williams, personal del Centro de Conservación Cetacea (CCC) asistió a la zona con el fin de investigar las causas del varamiento y reunir información científica para conocer más sobre la biología de estos mamíferos marinos.