Durante los últimos cuatro años, el gobierno noruego no ha logrado cumplir con las cuotas de captura de ballena minke establecidas para su Zona Económica Exclusiva (ZEE), generando el cuestionamiento de la comunidad internacional sobre la real necesidad de ese país de continuar aumentando las cuotas de captura anual de ballena minke en la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Debido a que 2005 no ha sido la excepción, el gobierno noruego ha intentado varias estrategias para alcanzar la cuota anual de 796 ballenas minke. El 1ro de Julio, la Dirección Noruega de Pesca (DNP) aumentó el número de ballenas capturadas por embarcación. Sin embargo, la medida fracasó y la DNP decidió levantar la cuota máxima de captura dentro de la ZEE Noruega. La medida que entró en vigencia el 19 de Agosto de 2005, es similar a otras que buscan facilitar el desarrollo de la industria ballenera noruega, como iniciar la temporada de captura antes de tiempo y reemplazar a los inspectores a bordo de las embarcaciones por un registro de datos electrónico, conocido como “blue box” (caja azul). Por otra parte, el gobierno noruego también ha desarrollado campañas de difusión pública orientadas a promover el consumo de productos de ballena.
De acuerdo a la organización inglesa WDCS, las medidas adoptadas por Noruega para promover la caza comercial de ballenas, demuestran que las verdaderas motivaciones detrás de la industria ballenera son y siempre serán económicos. Los diversos intentos por estimular la caza de un mayor número de ballenas, siembran dudas sobre la real necesidad del gobierno noruego de aumentar las cuotas de captura en la CBI y levantan fuertes cuestionamientos sobre la factibilidad de que la ballenería pueda ser efectivamente regulada y controlada alguna vez.
CAZA COMERCIAL NORUEGA
En 1993, Noruega reanudó las actividades de caza comercial de ballenas a pesar de la moratoria implementada por la CBI en 1986. Sólo después de seis años de protección global a todas las especies de ballenas, Noruega presentó una objeción a la moratoria en la reunión de la CBI de 1992, que lo exime de cumplir con dicha disposición. La decisión unilateral de Noruega generó una declaración conjunta de 17 naciones miembros de la Convención que declaraba que la acción ‘podría perjudicar seriamente el único organismo internacional con autoridad para administrar la ballenería’. Desde entonces la Comisión ha expresado en reiteradas oportunidades su preocupación por las cuotas de caza auto impuestas por Noruega.
Fuente: WDCS