A pesar que el mercado de carne y productos de ballena en Islandia continúa disminuyendo, recientemente el país nórdico expidió permisos para capturar 39 ballenas minke bajo el programa de caza científica reanudada en 2003.
Al igual que los programas de caza científica japonesa, las operaciones balleneras desarrolladas por Islandia han sido objeto de la crítica internacional debido a que son innecesarios para el estudio de las ballenas y son utilizados como excusa para comercializar productos de ballena. Durante la 57a reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional, realizada en Corea el pasado mes de Junio, la Comisión rechazó duramente la continuidad de estos programas e hizo un llamado para desarrollarlos mediante metodologías no letales.
Por su parte, la Asociación de Turismo de Islandia y los operadores de avistaje de ballenas de ese país han expresado su rechazo al programa de caza científica debido a que las operaciones balleneras no son compatibles con actividades de turismo relacionadas a la observación de estos mamíferos marinos. Para los operadores, la caza científica afecta la reputación del país y tienen un impacto negativo en una industria que ha llegado a generar ingresos por 18 millones de dólares al año.
Adicionalmente, el mercado de carne y productos de ballena en Islandia es pequeño, por lo que las operaciones de caza científica han generando un excedente de 40 toneladas de carne y grasa de ballena que actualmente son almacenados en congeladores, esperando ser comercializados.
En 2003/2004 las operaciones de caza científica islandesa tuvieron que ser reducidas debido a una combinación de problemas con permisos de exportación, una fuerte crítica doméstica e internacional, y una marcada reducción del mercado interno para los productos de ballena.
Fuente: EMS