La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) que varó en la playa Jurujuba frente a Rio de Janeiro, era una hembra juvenil de cerca de 10 metros de largo y 18 toneladas de peso. De acuerdo a los biólogos, la ballena se sintió cansada mientras nadaba rumbo al norte hacia aguas más tropicales, lugar donde esta especie suele reproducirse.
Alrededor de 100 hombres participaron de las labores de rescate y con una variedad de botes, cables y redes, trataron desde ese mismo domingo de devolver la ballena al océano. Incluso, llegaron a usar botes remolcadores, suministrados por la compañía petrolera brasileña Petrobras, en un intento de sacarla de la playa.
El séptimo y último intento de rescate falló, luego de que el cable de un remolcador estallara mientras la ballena era arrastrada hacia el océano.
El martes muy temprano, los biólogos anunciaron que la temperatura del cuerpo de la ballena estaba aumentando a tal punto, que sus órganos vitales corrían el riesgo de paralizarse.
La bióloga Bernadete Fragosa de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, dijo que la ballena había muerto porque el peso de su cuerpo hizo mucha presión en sus órganos internos.
Las ballenas jorobadas viven en las aguas alrededor de la Antártica y nadan hacia aguas tibias de las costas de Sur América, cerca del estado de Bahía, unas 700 millas al norte de Río, agregó la bióloga.
Fuente: ABC News ; Terra Brazil